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Si eres asiduo a las redes sociales, como TikTok, seguramente habrás escuchado el término Quiet Quitting. En español, esto se interpretaría como “Renuncia silenciosa”. Pero ¿qué significa o cuáles son las características de esta tendencia laboral? Aquí te lo comentamos.
De acuerdo con el concepto de “Renuncia silenciosa”, esto ocurre debido a la falta de motivación de los empleados, quienes optan, básicamente, a limitarse a realizar las funciones por las que fueron contratados, sin ofrecer mayor esfuerzo o disposición para ejercer otras responsabilidades o funciones que no les representen algún tipo de estímulo. Por ejemplo, remuneración económica o calidad de vida.
Quizá no del todo. “Renuncia silenciosa”, hace referencia a que, de algún modo, el empleado buscará la manera para terminar el contrato laboral de una manera sigilosa o paulatina. Sin embargo, bajo el concepto que utilizan en redes sociales, el empleado que ejerce el Quiet Quitting, no busca terminar la relación laboral con su empresa o patrón. Sino que pone un freno a sus actividades para hacer el mínimo básico que delimitan sus funciones marcadas por su contrato. Por lo que, en teoría, no podrían ser despedidos.
Esto quiere decir que el trabajador en cuestión no está dispuesto a dar más, sin recibir más. Y se limita a “cumplir” con sus objetivos o metas y horarios establecidos por sus contratantes para conservar su remuneración diaria, semanal, quincenal, mensual o como quiera haya acordado su pago.
De acuerdo con las principales características que comparten los usuarios en redes sociales, una persona que practica el Quiet Quitting no busca ser despedido. Sino mantener su trabajo, pero bajo sus términos y los marcados por el contrato. Esto significa que no está dispuesto a pasar más horas de trabajo o a estar disponible para sus empleadores en horarios no laborales. Es decir, el típico “ponte la camiseta” que usan múltiples empresas para tratar de “incentivar” al personal, ya no resulta funcional en las nuevas generaciones.
Ahora bien, tras los confinamientos por la pandemia por COVID-19, muchos empleados han probado las mieles del trabajo online, o a distancia. Muchos de ellos notaron que trabajar desde casa ofrece grandes beneficios. Por ejemplo, mejor calidad de vida, optimizción del tiempo de trabajo, flexibilidad de horarios, genera menos estrés, menos tiempo en el tránsito y más tiempo para disfrutar de la familia, amigos o aficiones personales, entre otros.
Aunque claro, como diría el tío Ben, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Y por ello, el home office también demanda responsabilidad, organización, disciplina y autosuficiencia por parte de los trabajadores. Cualidades que, no son únicas de esta modalidad de trabajo remoto. Sino que también son parte de la formación individual de cada trabajador o emprendedor que debe tener presente para mostrar profesionalismo laboral y en todos los ámbitos de su vida.
Entonces, en general, más que una renuncia silenciosa, la tendencia del Quiet Quitting, es una tenencia al hartazgo que podrían tener los trabajadores ante una sobrecarga laboral que deriva en agotamiento físico y emocional (síndrome de burnout). Así como la falta de estímulos o promociones en los trabajos, que terminan lapidando el potencial de las personas, quienes, desmotivadas, ya no están dispuestas a no ser consideradas en el crecimiento de la empresa. Y finalmente ponen una barrera a esas cargas de trabajo no remuneradas que generan más estrés o trastornos de ansiedad, que beneficios.
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Finalmente, esta tendencia, que no es nada nueva, no busca ser menos productivos, sino que la productividad y remuneración sean congruentes. Así como también que existan mejores condiciones para lograr una mayor calidad de vida en la plantilla laboral. Pues, como dicen por allí, un trabajador feliz, es un trabajador más creativo, productivo y eficiente.