El flujo de salida de inversionistas extranjeros apunta a un menor espacio para el relajamiento monetario. Por ello, la Subgoberandora de Banco de México, Irene Espinosa, votó por ajustar el ritmo del recorte en la tasa, de manera que solicitó restar un cuarto de punto al rédito, contra el medio punto que pidió la mayoría en la decisión del pasado 13 de agosto.
En el argumento sostenido por la banquera central, la Subgobernadora Espinosa destacó que la inflación continúa al alza rebasando pronósticos de corto plazo.
“Este comportamiento en medio de la más severa recesión histórica, sugiere que debemos reconsiderar la influencia desinflacionaria atribuida al componente cíclico de la actividad económica”, consignó, según lo descrito en la minuta de aquella reunión que llevó la tasa a 4.50 por ciento.
Adicionalmente, la Subgobernadora explicó que “a pesar de la posición monetaria relativa, los flujos de salida de inversionistas extranjeros han destacado en comparación con otras economías emergentes. Ello apunta a un menor espacio para el relajamiento monetario por lo que debemos ajustar el ritmo para reforzar la convergencia de la inflación y sus expectativas a la meta de 3 por ciento”.
En aquella reunión, el recorte de la tasa acordado por mayoría, fue de 50 puntos base, y un solo miembro de la Junta de Gobierno pidió un ajuste más moderado, de 25 puntos base. Pero 15 días después, esto en la semana que corre del 24 al 27 de agosto, otros dos miembros expusieron públicamente su posición sobre este argumento: El Gobernador Alejandro Díaz de León y el Subgobernador Javier Guzmán Calafell.