México lidera con Brasil las salidas de capital entre los emergentes, a contracorriente del incipiente cambio del sentimiento de inversionistas hacia este tipo de mercados, revela información del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés).
Con cifras preliminares, estrategas del instituto muestran que en julio los inversionistas no residentes se deshicieron de 1,174 millones de dólares en títulos mexicanos con lo que se completan cinco meses consecutivos de salidas.
Según las cuentas del IIF, entre febrero y julio salieron 16,342 millones de dólares del mercado de deuda mexicano.
El ajuste de portafolio que se presentó en México durante julio, sólo fue superado por el de los inversionistas no residentes que vendieron 1,293 millones de dólares en títulos de deuda de Brasil. Cabe destacar que este fue el primer mes que se presentaron salidas del mercado brasileño, tras dos meses del registro de incipientes entradas.
Los estrategas del instituto, advierten que los inversionistas han regresado de forma modesta a tomar títulos de emergentes en el mundo. En el análisis “Flujos de Capital hacia emergentes”, evidencian que otros mercados de deuda de donde han salido capitales en julio fueron: India, Turquía, Rusia y Ucrania.
Consignan que “en julio y agosto se presentó un rebote en los flujos hacia emergentes, que si bien es positivo, es pequeño comparándolo con el tamaño de las salidas que se observaron al arrancar el año”.
La información del IIF proyecta entradas al mercado de capital de emergentes por 4,400 millones de dólares y de 2,300 millones al de deuda. Este comportamiento muestra una desaceleración respecto de los 15,500 millones que captaron en conjunto durante julio, resultado del cambio en la narrativa comercial entre Estados Unidos y China, resaltaron.
En el análisis enfatizan que “la agitación de los inversionistas en algunos mercados emergentes y las preguntas persistentes sobre la senda de recuperación postcovid, marcaron la dinámica de los flujos de residentes durante agosto”.
Los estrategas del IIF destacaron, en otro análisis, que las necesidades de financiamiento externo y el limitado margen de maniobra que otorga una economía que se ha contraído, son factores de vulnerabilidad para México, Brasil y Sudáfrica.
Destacaron que previo a la crisis generada por las medidas para desacelerar los contagios por Covid-19, había desincentivos para invertir en esos países, lo que impuso un freno a la capacidad de crecer de sus economías.
Los estrategas resaltaron que el cambio del sentimiento en los mercados, ante las medidas de la Fed, volvió a los inversionistas más selectivos.
En el análisis “Crece selectividad en los flujos hacia emergentes”, destacaron que los inversionistas se están fijando en la fortaleza de las maquinarias productivas, la inflación, la deuda pública, requerimientos financieros del sector público y condiciones domésticas políticas y económicas favorables a la inversión.