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El Gobierno de México asestó un duro golpe al narcotráfico en el país. La tarde de este miércoles 22 de noviembre, elementos de la Secretaría de Marina (Semar), en conjunto con la Guardia Nacional (GN) y el Ejército Mexicano, llevaron a cabo un importante operativo en Culiacán, Sinaloa, donde finalmente se dio la captura de Néstor Isidro Pérez Salas, de 30 años, también conocido como «El Nini». La detención ocurrió en un inmueble ubicado en la calle Villa de Choice y Palos Verdes, Fraccionamiento Colinas de La Rivera, en el sector Santa Fe.
De acuerdo con las autoridades federales, «El Nini» está identificado como el jefe de seguridad del grupo del crimen organizado conocido como los «Chapitos», perteneciente al Cártel de Sinaloa. El operativo orquestado por las fuerzas armadas de México, fue «limpio», es decir, no se reportaron bajas.
También conocido como «El General», Pérez Salas tuvo una participación clave en la negociación durante el primer «culiacanazo» que derivó en la puesta en libertad de Ovidio Guzmán López, allá el 17 de octubre de 2019. En aquél entonces, las Fuerzas Armadas tenían sitiado al hijo del «Chapo» Guzmán y, tras confirmar su detención, sorpresivamente lo dejaron libre, ya que los «Chapitos» amenazaron con generar una fuerte ola de violencia en la región en caso de que no dejaran libre a «El Ratón».
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A pesar de su importancia dentro de la fracción de los «Chapitos», el jefe de seguridad, no contaba con ningún tipo de elementos de protección durante el momento de su captura.
Luego del operativo efectuado en Culiacán, Sinaloa, la Fiscalía General de la República se hizo cargo del traslado de «El Nini» a la sede de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (Femdo), en la CDMX. Allí, las Fuerzas Armadas montaron una guardia especial como método preventivo ante una posible agresión para liberar al jefe de seguridad de «Los Chapitos».
Debido a su actividad criminal, Néstor Isidro también es requerido por las autoridades de Estados Unidos. De hecho, la agencia antidrogas de dicho país (DEA) ofrecía una recompensa de hasta tres millones de dólares por información que condujera a su captura.