Israel
Siria
Un ataque aéreo de las fuerzas armadas de Israel, en Damasco, dejó 15 personas muertas. El bombardeo tuvo lugar en las primeras horas de la madrugada, cuando proyectiles impactaron zonas residenciales y áreas de infraestructura militar en las afueras de damasco. Este episodio se suma a una larga serie de ataques en los últimos meses. Lo cual refleja el aumento de tensiones en la región y la creciente complejidad del conflicto entre Israel y sus rivales en Siria e Irán.
Los ataques ocurrieron en el vecindario de Mazzeh, en Damasco, y el suburbio de Qudsaya, al noroeste de la capital. Se estima que las explosiones impactaron a dos edificios. Asimismo, la Agencia Árabe Siria de Noticias (SANA) destacó que uno de estos ataques ocurrió contra la oficina del grupo palestinos Yihad.
Desde hace años, Israel y Siria mantienen una relación hostil, marcada por tensiones territoriales, religiosas y geopolíticas. Aunque Israel y Siria no han protagonizado una guerra a gran escala desde 1973, la participación de Siria como aliado de Irán y el apoyo que ofrece a grupos como Hezbolá han convertido a Damasco un objetivo estratégico en la región. Israel ha ejecutado numerosos ataques aéreos contra Siria, especialmente desde el inicio de la guerra civil siria en 2011. Esto para debilitar las capacidades militares de los grupos respaldados por Irán.
La reciente serie de ataques israelíes responde a una política de “contención preventiva” contra la creciente influencia de Irán en Siria. Israel considera que la presencia de bases y milicias iraníes cerca de sus fronteras representa una amenaza directa para su seguridad. Estos ataques están dirigidos a objetivos estratégicos, como centros de inteligencia, almacenes de armas y sitios de entrenamiento de milicias proiraníes, los cuales se sospecha que almacenan y distribuyen misiles y otros equipos militares.
De acuerdo con reportes de medios locales y del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la serie de explosiones que sacudió Damasco dejó 15 muertos y, por lo menos, otras 16 personas resultaron heridas. Entre éstas, un funcionario militar no identificado. Las áreas afectadas incluyen tanto instalaciones militares como zonas residenciales, lo que ha generado preocupación y una fuerte condena en Siria y sus aliados.
Por su parte, el gobierno israelí, siguiendo su política habitual de ambigüedad, no ha confirmado ni negado su implicación en este ataque en particular. Sin embargo, las fuerzas armadas israelíes han reiterado en ocasiones previas que no dudarán en tomar medidas “decisivas” contra cualquier amenaza en su frontera norte. En repetidas ocasiones, Israel ha declarado su intención de impedir que Irán y sus aliados establezcan una presencia militar de largo plazo en Siria, una política respaldada por Estados Unidos y algunos aliados occidentales.
El ataque ha provocado reacciones tanto en Damasco como en Teherán, donde las autoridades han condenado la ofensiva israelí y han advertido de una posible respuesta en represalia. Las tensiones entre Irán e Israel han alcanzado un punto álgido en los últimos años, con amenazas y ataques a distancia en lugares como Irak y Yemen. Estos incidentes muestran un patrón de escalada que podría derivar en un conflicto directo, particularmente si los ataques israelíes aumentan en intensidad y frecuencia.
Este último ataque en Damasco destaca la fragilidad de la situación en Medio Oriente, donde los conflictos interconectados, como la guerra civil en Siria, el enfrentamiento entre Irán e Israel y la inestabilidad en el Líbano, crean un clima de incertidumbre. La implicación de múltiples actores internacionales y regionales complica aún más el panorama. Tanto Rusia como Estados Unidos tienen intereses en Siria: Moscú como principal aliado del régimen de Bashar al-Assad, y Washington como un socio clave de Israel y opositor a la expansión iraní.
El incremento de la violencia podría también afectar el papel de otras potencias regionales, como Turquía, que mantiene tropas en el norte de Siria y se enfrenta a sus propios desafíos de seguridad. Un conflicto más abierto entre Israel y Siria o Irán podría atraer a estos actores a una situación de confrontación directa, afectando la estabilidad de países vecinos como Jordania, Irak y Líbano.
El ataque aéreo reciente contra Damasco subraya el endurecimiento de la política de Israel hacia Siria y la influencia de Irán en la región. Este tipo de incidentes probablemente se mantendrán como una característica de la dinámica geopolítica en Medio Oriente. Israel, respaldado por su fuerte alianza con Estados Unidos, parece decidido a continuar con una política de ataques preventivos que minimicen las amenazas percibidas en su frontera norte.
También te recomendamos leer: Israel bombardea el cuartel central de Hezbolá en Beirut
No obstante, el riesgo de que este conflicto de baja intensidad se convierta en un enfrentamiento mayor aumenta con cada ataque. Principalmente cuando estos resultan en víctimas civiles y aumentan las demandas de represalias en el mundo árabe. La respuesta de Siria e Irán a este último ataque será crucial para determinar la dirección futura del conflicto.