Durante la pandemia Zoom se benefició del incremento de usuarios que buscaban soluciones para videoconferencias de juntas de trabajo o escolares. Ahora, una polémica rodea a la compañía. Y es que Zoom debe pagar 85 millones de dólares por una demanda colectiva donde se le acusa de violación del derecho a la privacidad de varios de sus usuarios. Lo anterior pudo permitir que “hackers” se inmiscuyeran en las reuniones, practica que se conoce como “Zoombombing”.
De acuerdo con la demanda, Zoom habría compartido información con empresas como Google, LinkedIn y Facebook. Con este acuerdo, la compañía de software debe reembolsar 15 % de la suscripción o de 15-25 dólares por usuario que se haya visto afectado.
El acuerdo aceptado por Zoom, indica que las medidas de seguridad deberán alertar a los usuarios cuando los anfitriones u otros participantes de las videoconferencias usen apps de terceros. Además, se comprometió a dar capacitación especializada a sus empleados en temas de privacidad y manejo de datos.
Zoom declaró que, aunque hayan aceptado el acuerdo, no están aceptando que la compañía haya actuado de forma indebida. Asimismo, informaron a través de un comunicado oficial: “La privacidad y seguridad de nuestros usuarios son las principales prioridades de Zoom. Y nos tomamos en serio la confianza que nuestros usuarios depositan en nosotros”.
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Se trata de una práctica donde usuarios externos se integran y, básicamente, secuestran, las reuniones virtuales vía Zoom. Con ello pueden mostrarle a espectadores un sinfín de información, fotografías o videos que pueden tener contenido no apropiado para todo público.