El Instituto Mexicano del Seguro Social quiere que las personas sepan sobre la importancia del consumo de la leche materna en los recién nacidos. Esto a través de diferentes estrategias que parten de la investigación enfocada a los beneficios adicionales de la lactancia materna.
La doctora Mardia López Alarcón, jefa de la Unidad de Investigación Médica en Nutrición en el Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, informó que están investigando el rol de los ácidos grasos omega como método para la protección de la muerte de tejido intestinal (enterocolitis necrosante) y de la retinopatía óptica, que puede provocar problemas de visión o ceguera. Esto en bebés prematuros.
“Tenemos resultados preliminares y algunos que ya publicamos muy importantes donde se reduce de 80 al 90 % el riesgo en desarrollar este tipo de infecciones”, comentó López Alarcón.
Además, cuentan con una segunda línea de investigación enfocada a la composición de la leche de hormonas para saber si éstas también se encuentran en la leche materna, como la grelina y su relación en la modulación del apetito del infante.
“Menores alimentados al seno materno tienen mejor balance de hormonas apetito-saciedad. Hacemos el análisis del microbiota (flora intestinal) de la leche materna que, por sus mecanismos inmunológicos, provoca que sea de mejor calidad. Mientras que los alimentados con biberón deben adquirir esa protección al exponerse al medio ambiente y sus microbios”, explicó la especialista.
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La doctora López Alarcón detalló que los estudios derivados de la investigación en el IMSS reportaron que los infantes que son amamantados suelen enfermarse menos. Y cuando lo hacen, el tiempo de la enfermedad es inferior. Asimismo, no presentan pérdida de apetito, por lo que su estado nutrimental sigue protegido.
Además, al analizar la leche materna, descubrieron que proporciona ácidos grasos omega-3. “Hicimos un modelo de sepsis en donde vimos que los niños hospitalizados que eran amamantados y recibían leche materna o los omega-3, seguían creciendo, mientras que los niños con fórmula deterioraban su estado nutrición”, añadió.
En cuanto a las madres, revelaron que ellas necesitan más proteínas durante la lactancia (de 0.8 a 1.1 miligramos por kilo al día). Esto para obtener el aporte necesario para el bebé. La especialista también indicó que una madre, a pesar de estar desnutrida, puede aportar los nutrientes que necesita el bebé para su desarrollo. Y que a través de la lactancia hay un traspaso de lípidos que le ayuda a bajar de peso.