ISSSTE
Este 14 de abril, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), informó que, gracias al apoyo su director general, Pedro Zenteno Santaella, especialistas médicos del Hospital Regional “Elvia Carrillo Puerto” en Mérida, colocaron satisfactoriamente el primer implante valvular aórtico percutáneo.
Sobre ello, Oliver García Trujillo, director del Hospital Regional de Mérida, resaltó que, al contar con este tipo de procedimientos, se evita que los pacientes tengan que trasladarse por más de 20 horas en ambulancia hacia la CDMX.
De acuerdo con el ISSSTE, la intervención quirúrgica se logró con recursos propios y personal adscrito al instituto, sin que asistiera un médico de la Ciudad de México. Ahora, este tipo de intervenciones médicas forma parte de los servicios integrales que se practican en el hospital. “La última vez que se hizo esta cirugía fue en 2013 y en etapa de entrenamiento”, dijo García Trujillo.
“Como estamos en Mérida, los pacientes que necesitan este implante tienen falla cardíaca o una baja reserva cardíaca. Y enviarlos hasta la capital del país por tanto tiempo en vehículo era una exposición y riesgo alto, sumado el tiempo de espera para conseguir espacio en el Centro Médico Nacional ‘20 de Noviembre’ —que en ocasiones llegaba a ser de hasta dos meses— era complicado. Pero a partir de hoy, ya evitamos este proceso y beneficiamos a derechohabientes de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán”. Agregó.
A través de un comunicado de prensa, el ISSSTE explicó que, para llevar a cabo este tipo de servicio, la Dirección Médica del Instituto dio seguimiento puntual para certificar que el nosocomio cuente con médicos cardiólogos intervencionistas, internistas, anestesiólogos, terapias intensivas especializadas con entrenamiento en rehabilitación cardíaca, entre otros especialistas necesarios para practicar la intervención quirúrgica.
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“Contamos con un comité específico que valida cada caso, se envía a las oficinas de la Dirección Médica para su autorización. Una vez que lo hacen, iniciamos el procedimiento”. Explicó.
Carlos Ramón Rodas, cardiólogo intervencionista encargado de realizar la operación, comentó que la operación se hace principalmente a pacientes con cierto grado de riesgo para cirugía de corazón abierto. En este caso, la beneficiaria fue una paciente de 72 años.
De acuerdo con el cardiólogo, este procedimiento tiene una duración de alrededor de tres días. El primer día se lleva a cabo la hospitalización; al siguiente día se lleva al paciente a terapia intensiva para vigilancia. Y, en caso de que no haya eventualidades durante las primeras 24 horas, el paciente va a su habitación para luego recibir el alta y salir caminando.
Rodas Cáceres resaltó que los adultos mayores de 60 años son más susceptibles a presentar problemas degenerativos de la válvula aórtica. “Con el tiempo [la válvula] se va cerrando y condicionando síntomas como desmayos, dolor o angina de pecho, o fatiga mayor por agitación”. Entre los factores de riesgo están la edad, o padecimientos como la hipertensión, diabetes y obesidad.
“Cuando el paciente empieza con síntomas es cuando debemos realizar la intervención y no esperar a que llegue una eventualidad mayor, como la muerte”. Explicó.