ISSSTE
San Luis Potosí
Un niño de 10 años de edad es el primer paciente en recibir, con éxito, una cirugía endoscópica cerebral por parte del Hospital General del ISSSTE, en San Luis Potosí.
El Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores (ISSSTE), de San Luis Potosí llevó a cabo, con éxito, su primera cirugía endoscópica cerebral. De acuerdo con los especialistas del Instituto, el paciente fue un niño de 10 años, quien padecía hidrocefalia, quien ahora se recupera satisfactoriamente.
El titular del ISSSTE, Pedro Zenteno Santaella, felicitó al equipo de especialistas liderado por el neurocirujano Luis Héctor Santoyo Treviño, del Hospital General de San Luis Potosí. Lo anterior por llevar a cabo de manera exitosa «la primera cirugía endoscópica de cerebro en un niño de 10 años que padecía hidrocefalia». Con la intervención quirúrgica, explico, «se evitó daño neurológico, pérdida de alguna extremidad e, incluso, la muerte».
Los especialistas del ISSSTE explicaron que la hidrocefalia es una enfermedad «relativamente común» en los niños y niñas. Tiene diferentes causas y consiste en la «acumulación de líquido al interior del cerebro». En cuanto al tratamiento convencional, se lleva a cabo a través de la colocación de una válvula, misma que provee una salida alternativa al líquido cefalorraquídeo hacia el abdomen.
En caso de que el líquido no sea drenado adecuadamente del cerebro, su acumulación puede provocar destrucción del tejido cerebral. Además de daño neurológico y, en ocasiones, podría ser fatal.
«La válvula tiene la desventaja de que puede infectarse o ya no funcionar. Por lo que puede requerir de un cambio cada cierto tiempo o retirarse definitivamente, con el daño al cerebro que esto implica». Informó el ISSSTE.
Sobre lo anterior, Santoyo Treviño menciono que, en el caso particular de este paciente de 10 años, «la cirugía endoscópica realizada exitosamente para corregir la hidrocefalia evitó los inconvenientes de la válvula». Esto debido a que se abrió el conducto de drenaje natural del líquido cefalorraquídeo.
Tras la cirugía, el neurocirujano explicó que realizaron el procedimiento quirúrgico mediante un orificio pequeño (de tres a siete milímetros de diámetro) en el cráneo del paciente. A través éste, introdujeron un neuroendoscopio flexible hasta las cavidades naturales del cerebro. Y valiéndose de cortes muy finos, precisos y controlados bajo visión endoscópica, lograron abrir de nuevo el conducto de drenaje natural del líquido cefalorraquídeo.
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«Con esta neurocirugía se puede prescindir, en algunos casos, de la válvula de derivación. Vale la pena resaltar que es un procedimiento más rápido y con menos posibilidades de complicaciones que la colocación de la válvula». Indicó.