World Athletics
Recientemente, el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, informó que el organismo rector del atletismo implementará pruebas genéticas obligatorias para las atletas que compitan en categorías femeninas, en un esfuerzo por reforzar las normas de elegibilidad. La medida, discutida en una reunión del consejo directivo, pretende establecer un estándar más estricto basado en la presencia del gen SRY, asociado al desarrollo masculino.
Sebastian Coe declaró que el reglamento se finalizará en breve y que World Athletics ya está en proceso de seleccionar un laboratorio certificado para realizar los análisis. A diferencia de otros controles hormonales o médicos, esta prueba, que las atletas deberán realizarse una sola vez en su carrera, determinará si poseen el gen SRY.
El anuncio llega en medio de un prolongado debate en el deporte sobre cómo equilibrar la inclusión con la equidad competitiva, particularmente en lo que respecta a atletas transgénero y aquellas con diferencias en el desarrollo sexual (DSD). Actualmente, World Athletics prohíbe la participación en pruebas femeninas a mujeres trans que hayan pasado por la pubertad masculina, mientras que las atletas con DSD, que producen niveles elevados de testosterona, deben reducir sus hormonas para competir.
No obstante, un grupo de trabajo convocado por la federación concluyó el mes pasado que estas regulaciones, de pruebas genéticas, podrían ser insuficientes. De acuerdo con sus hallazgos, incluso sin haber experimentado la pubertad masculina, los atletas nacidos biológicamente varones podrían retener ventajas fisiológicas sobre sus pares femeninas.
“Defenderemos con firmeza la integridad de la categoría femenina, sin importar los desafíos legales que enfrentemos”, declaró Coe, enfatizando su compromiso con la medida. “La ciencia y la justicia deportiva deben ir de la mano”, añadió.
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La decisión podría reavivar controversias en torno a la autonomía corporal y los derechos de las atletas; sin embargo, Coe insiste en que el objetivo es preservar la equidad en un deporte donde las diferencias biológicas generan tensiones crecientes. Mientras otros organismos, como la FIFA y la NCAA, evalúan sus propias políticas, World Athletics parece dispuesto a marcar un precedente.
Aún queda por ver cómo reaccionarán las federaciones nacionales y la comunidad deportiva internacional ante lo que podría convertirse en uno de los cambios más significativos en la historia del atletismo femenino.