La mañana de este martes 18 de enero, justo a tres años de aquella tragedia en Tlahuelilpan, Hidalgo, explota un nuevo ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) por las mismas razones: el huachicoleo.
En aquella trágica fecha, 18 de enero de 2019, fallecieron 135 personas (y decenas más sufrieron heridas de gravedad) en una impactante explosión derivada del robo de gasolina. Ahora, tres años después, otro ducto de Pemex explota por la sustracción clandestina de combustibles, pero esta ocasión ocurrió en Nopala, Hidalgo.
De acuerdo con medios locales, la explosión se habría generado poco después de las cuatro de la madrugada cuando un grupo de individuos dedicados al huachicol, perforaron un ducto de Pemex en Loma del Progreso, municipio de Nopala. Los testigos afirman que la llamarada pudo alcanzar los 50 metros de altura (aproximadamente), generando una situación de caos y horror.
Hasta el momento no se han reportado víctimas fatales o heridos de gravedad. Sin embargo, un par de camionetas donde los delincuentes pretendían transportar la gasolina robada, quedaron completamente calcinadas.
Al lugar de los hechos acudieron miembros del Departamento de Seguridad Física de Pemex, acompañados del Cuerpo de Auxilio de la zona. Ellos ya están realizando las labores necesarias para controlar el fuego, así como para determinar si el accidente provocó pérdidas humanas. El cuadro de riesgo fue acordonado para evitar mayores percances.
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Por ahora, el presidente López Obrador no se ha pronunciado al respecto de este nuevo accidente. No obstante, en 2019, luego del accidente de Tlahuelilpan, AMLO declaró que esta actividad ilegal “es porque se le abandonó por completo [al pueblo]. Y esto significa que [las personas] no han tenido posibilidad de satisfacer sus necesitadas básicas, porque hay millones de pobres en el país”.
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