AMLO
COVID-19
SEP
Hace unos días, Delfina Gómez, titular de la Secretaría de Educación Pública, informó a la sociedad que el regreso a las aulas sería una realidad. Esto a partir del 30 de agosto. Asimismo, dejó claro que los niños deberán llevar obligatoriamente una carta compromiso firmada por su padre, madre o tutor, en la que se enlistan una decena de puntos enfocados a los protocolos de seguridad sanitaria.
Ahora, el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante la conferencia matutina, cambió las reglas del juego e invalidó los comentarios de Delfina Gómez. O por lo menos los dejó como “opcionales”. Es decir, el mandatario dijo que será decisión “de cada quien” el llevar o no a sus hijos a clases presenciales a partir del 30 de abril. No es una obligación, es una posibilidad que las familias pueden considerar.
Sobre este punto, que causó controversia e inquietud entre las familias, el presidente dejó en claro que no será un requisito forzoso para que los niños acudan las escuelas y, por supuesto, los padres o tutores legales no estarán obligados a firmarla. Además, aclaró que él no tuvo nada que ver con la idea de solicitar un documento firmado para permitir el acceso a los niños.
De acuerdo con sus palabras, la idea de la carta salió de un “nivel inferior” y si lo hubieran consultado con él, lo habría rechazado, pues lo considera un “trámite burocrático” perteneciente a una “herencia del periodo neoliberal”.
“Y acerca de la carta, también no es obligatoria. Si van los niños y no llevan la carta no le hace… No es obligatorio, es voluntario; si hay maestros que no quieren dar clases porque tienen preocupaciones, pues no hay problema”.
También te puede interesar: Esta es la carta que deberán llevar los alumnos que decidan regresar a clases presenciales el 30 de agosto
“Nosotros aquí tenemos que enfrentar esta concepción burocrática, autoritaria que se heredó del periodo neoliberal. Ustedes creen que yo tuve que ver con la carta. Pues no, fue una decisión de abajo. Si me hubiesen consultado hubiese dicho no. Somos libres, pero todavía tenemos que limpiar al gobierno de estas concepciones burocráticas autoritarias y, desde luego, terminar de limpiar el gobierno de corrupción e ineficiencias, demoras”, añadió el presidente.
López Obrador reiteró que existe un diálogo constante con la Secretaría de Educación Pública y con los maestros para que todas las voces sean escuchadas y lleguen a acuerdos favorables para cada involucrado. Y añadió que “si nos importa la educación debemos de demostrarlo con hechos, porque si no, todo el discurso se vuelve demagogia”.