La deuda financiera neta de Petróleos Mexicanos (Pemex) se disparó 26.9% durante los primeros nueve meses de 2020.
El gigante energético reportó un pasivo por 106,191 millones de dólares (2.43 billones de pesos), de acuerdo con su reporte de resultados financieros al 30 de septiembre de este año.
El incremento en 516,700 millones de pesos se debe a los montos utilizados de sus líneas de crédito, así como a la debilidad del peso frente al dólar, justificó la petrolera.
De forma desagregada, la deuda de corto plazo de Pemex aumentó 68% a 17,938 millones de dólares, mientras que la de largo plazo se elevó 18.7% a 89,853 mdd.
Este nivel de deuda mantiene a la compañía que dirige Octavio Romero Oropeza como la petrolera más endeudada del mundo.
En lo que va de 2020, la compañía y sus empresas subsidiarias financiaron actividades por 41,900 millones de dólares. Aproximadamente, 90% de la deuda de Pemex está en monedas distintas al peso, principalmente en dólares estadounidenses.
La empresa dijo que tiene como política financiera optimizar sus fuentes de financiamiento y sin incrementar la deuda mediante dos etapas. La primera busca endeudamiento neto de cero en términos reales de 2019 a 2021 mejorando sus ingresos, con apoyo del gobierno y un gasto eficiente.
En la segunda etapa, la empresa pretende una reducción gradual de la deuda a partir de mayores flujos de efectivo por el incremento de su producción entre 2022 y 2024.
“Debido a las condiciones actuales del mercado a nivel mundial, los factores de riesgo de la industria y las necesidades particulares de la empresa, la política de financiamiento para 2020 conservará flexibilidad para adaptarse a las condiciones prevalecientes de los mercados financieros, buscando un balance prudente de riesgo y costo”, agregó.
Pemex cuenta con líneas de crédito por 7,450 millones de dólares. Hasta el 20 de octubre, tuvo disponibles 2,050 mdd en líneas disponibles y 700 millones de pesos.