El confinamiento ha provocado un impacto sin precedentes en los ingresos de las familias mexicanas que derivó en un cambio en sus hábitos de consumo priorizando productos básicos de marcas más asequibles y dejando de lado categorías como snacks, refrescos, tabaco y bebidas alcohólicas.
El 91% de los mexicanos ha visto un impacto negativo en sus ingresos, mientras que el 58% ha visto una reducción en sus ingresos de al menos el 60%, de acuerdo con el estudio “Covid-19: reinicio forzado al consumo básico” realizado por la consultora EY.
“Dicho eso, el 65% de los consumidores en México de los niveles socioeconómicos bajos han tenido que reducir su consumo de bienes esenciales debido a sus bajos ingresos”, señala la investigación de Parthenon de la consultora.
El estudio consideró a más de 7,000 consumidores mexicanos y colombianos entre el 9 de abril al 23 de abril para entender la situación que están enfrentado.
La investigación detectó las distintas etapas por las cuáles atravesaron los consumidores durante la cuarentena que reflejaron cambios en el consumo de diversas categorías:
La compra masiva de papel higiénico fue la primera señal de que las compras de pánico habían comenzado, pero también incrementaron de manera significativa la adquisición de leche, pan de caja empacado y latas de comida.
“Las ventas de latas de atún se incrementaron 3 veces en las primeras tres semanas de la cuarentena. También las ventas de mobiliario para trabajar en el hogar como sillas de oficina, reguladores y aires acondiciones se vieron disparados. Sin embargo, mientras el pánico se fue desvaneciendo el acaparamiento disminuyó y categorías como juegos de mesa y pesas también irán disminuyendo”, señala EY.
Los mexicanos y colombianos comenzaron a gastar menos en algunas categorías de productos derivado de un menor ingreso por la crisis sanitaria, por lo tanto su estilo de vida cambio y comenzó la escasez.
“El impacto ha sido mayor en los hogares de menores ingresos, el 72% de los mexicanos y el 64% de los colombianos están consumiendo pocos productos básicos. Contario a los consumidores de clase media y alta no están disminuyendo de manera tan abrupta sus ingresos como los que están comprando menos”, agrega el documento.
Casi el 30% de los encuestados ha cambiado su preferencia por marcas más baratas y ese número incrementa hasta un 55% dependiendo de la categoría.
“Muchos consumidores también han optado por la sustitución de productos: por ejemplo, 22% no ha comprado postres (pasteles, pies, etc) desde que el confinamiento comenzó. Este efecto se ve sustituido por categorías como galletas y galletas saladas en donde la gente está buscando un sustituto más barato para satisface sus necesidad de postres”, señala la consultora.
Por otro lado, encontraron que el 91% de los encuestados en México y el 93% en Colombia están reduciendo el consumo de ropa y cosméticos al mismo tiempo que la cuarentena hace que estos productos sean menos relevantes.
Otras categorías como el tabaco y bebidas alcohólicas también fueron afectadas, en donde un 36% de los consumidores frenando la compra de estas categorías en conjunto.
Sin embargo, el paisaje minorista ha dado un giro a los canales digitales de venta y las aplicaciones de entrega a domicilio. Entre el 8 y19% de la gente utiliza una alternativa de entrega a domicilio; otro cambio paralelo está ocurriendo en el canal tradicional hacia el canal moderno.
“El canal tradicional depende mucho de la visita a pie del consumidor, por lo tanto las compras de impulso están decreciendo en ambos canales y está teniendo un mayor impacto en este canal. De acuerdo con el reporte de movilidad de Google el tráfico cayó en un 58% y 78%, en México y Colombia respectivamente”, agrega EY.
De manera sorpresiva los ganadores en la entrega a domicilio no han sido las plataformas como Rappi y Cornershop, más bien los grandes retailers que tienen sus propios canales de venta como Walmart (que incluye Superama) con un 55% de personas que adquieren en su página y el 13% en la minorista Chedraui.
Sin embargo, el confinamiento ha provocado que el canal tradicional pierda tráfic generando grandes pérdidas en empleos y su deterioro a pesar de que grandes compañías como Grupo Modelo o Bimbo estén ofreciendo ayudas a los tenderos.
El impacto del desempleo puede empeorar al mismo tiempo que más negocios están forzados a cerrar debido a la falta de demanda o de producción. Lo anterior continuará presionando a los ingresos de los consumidores y por lo tanto restringirán aún más sus gastos de productos básicos y no esenciales.
“Al día de hoy el 45% de los consumidores en México creen que continuarán creciendo en un “modo de ahorro” cuando se trata de los productos esenciales mientras dure la cuarentena. Adicionalmente, cerca del 89% de los mexicanos continuará reduciendo sus gastos en productos no esenciales durante este periodo”, señala EY.
Para las personas que sigan viendo afectado sus ingresos continuará comprando marcas más asequibles o sustitutos. Asimismo, más consumidores esperan probar las plataformas de delivery o pedidos a domicilio por teléfono de los retailees, enfocándose en la compra de productos esenciales.
Los productos no esenciales requerirán de un mayor incentivo y tendrán que convencer al consumidor de adquirirlos, sobre todo en ofertas como el Hot Sale y el Buen Fin.
“Un reto adicional quizá será para las categorías de maquillaje y ropa si los consumidores continúan trabajando desde casa por mucho más tiempo”.
Por otro lado, las compañías tendrán que adaptar sus cadenas de suministro para reducir de manera significativo sus costos de operación y distribución para este canal.
“También tendrán que pensar en una diferente estrategia de mercadotecnia para acercarse al consumidores” , concluye la investigación.