Aranceles
Nissan
El fabricante automotriz japonés Nissan, considerado como uno de los líderes en el mercado mexicano, anunció recientemente que “está ponderando” trasladar parte de su producción en México a otras ubicaciones si Estados Unidos implementa aranceles del 25 por ciento a las importaciones de vehículos. Esta medida, propuesta por el presidente estadounidense Donald J. Trump, podría entrar en vigor a principios de marzo próximo si no se alcanza un acuerdo comercial entre ambas naciones (Estados Unidos y México).
Nissan exporta aproximadamente 320 mil unidades anuales desde México hacia Estados Unidos, un mercado clave para la compañía. Durante una conferencia de prensa, el presidente y director ejecutivo de Nissan, Makoto Uchida, explicó que la imposición de estos aranceles tendría un impacto severo en sus operaciones.
“Si se aplican aranceles elevados, tendremos que estar preparados. Y es posible que traslademos la producción de estos modelos a otro lugar. Estamos monitoreando la situación y evaluando cómo hacerlo realidad si es necesario”. Informó Uchida.
El anuncio se produce en un contexto de desafíos financieros para Nissan. La compañía reportó una caída del 98.4 por ciento en su beneficio neto durante los primeros nueve meses de su ejercicio fiscal (abril-diciembre). Y anticipa cerrar el año con pérdidas por primera vez en cuatro años.
Como parte de su estrategia para recuperar la rentabilidad, Nissan presentó un plan de reestructuración. El cual incluye una reducción del 20 por ciento en su producción global, con recortes significativos en China, donde la competencia de marcas locales ha afectado su participación en el mercado.
Adicionalmente, la empresa automotriz confirmó que llevará a cabo nueve mil despidos, anunciados previamente a finales del año pasado. Estos recortes se reflejarán en plantas como la Tailandia y ajustarán los turnos en armadoras de Estados Unidos como las de Smyrna y Cantón. Esto último impactaría a seis mil 500 empleados entre los años 2025 y 2026.
Nissan también planea reducir alrededor de dos mil 500 puestos indirectos mediante la racionalización de operaciones, la disminución de contrataciones y la aceleración de programas de desvinculación voluntaria, como jubilaciones anticipadas.
Aunque el plan de reestructuración detalla ajustes en varias regiones, no menciona cambios específicos para sus operaciones en España. Cabe destacar que, en dicha región, Nissan cuenta con un centro técnico en Barcelona y dos plantas de producción de autopartes en Ávila y Cantabria.
Por su parte, México, que es uno de los principales centros de producción de Nissan en América, podría reflejar afectaciones si la compañía decide trasladar parte de su producción a otros países. Esta decisión dependerá en gran medida de las políticas comerciales que adopte Estados Unidos en los próximos meses.
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La posible salida de Nissan de México no sólo tendría repercusiones económicas para el país, sino que también podría influir en las negociaciones comerciales entre México y Estados Unidos. Principalmente, en un momento en que las tensiones comerciales están en el centro de la agenda bilateral.
Mientras tanto, Nissan continúa ajustando su estrategia global para enfrentar los desafíos actuales, buscando equilibrar la competitividad en el mercado internacional con la necesidad de mantener su rentabilidad en un entorno económico cada vez más complejo.