Con la bandera demócrata a cuestas y el desafío de vencer al actual presidente en las próximas elecciones de Estados Unidos, Joe Biden consiguió en la víspera la candidatura oficial para estar en la boleta el 3 de noviembre; y con ello comenzar a promover su plan para “salvar” a la economía más grande del mundo.
La noche del martes, los demócratas confirmaron a Biden como candidato a la presidencia en una votación que transcurrió de manera telemática debido a la pandemia de coronavirus; dejando en la carrera al senador izquierdista Bernie Sanders, su más cercano rival en las primarias.
Ahora, quien fuera vicepresidente de Barack Obama seguirá impulsando sus planes para hacer frente a la situación económica de Estados Unidos, que se encuentra en mínimos históricos por el impacto de la pandemia, prometiendo “salvar” al país potenciando al empleo y a las empresas nacionales, así com ajustar la brecha salarial entre diferentes razas.
Para reactivar la situación económica, el exvicepresidente pretende reforzar los sectores manufacturero y tecnológico con grandes inversiones de capital en la investigación y el desarrollo de la industria estadounidense y aumentar el volumen de compra del Gobierno federal de bienes y servicios del país.
Esto lo haría cerrando su mirada hacia el exterior, con menos respaldo al multilateralismo y un enfoque menos centrado en grandes acuerdos internacionales, comparado con su etapa como vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).
Uno de los ejes principales de la hoja de ruta de Biden para la recuperación económica del país pasará por la creación de empleo.
Para ello, la campaña del candidato demócrata ha diseñado un plan económico de 700,000 millones de dólares destinado a impulsar la manufactura estadounidense mediante la compra de productos nacionales; una idea que, según sus cálculos, supondrá más de cinco millones de empleos en esos sectores.
El programa, bautizado “Reconstruyámoslo mejor” (Build Back Better), supone un desafío directo a la agenda del presidente estadounidense, Donald Trump, cuyo lema es “EE.UU. primero” (America first).
El objetivo de Biden es usar la política fiscal para estimular la innovación tecnológica, reducir la dependencia de otros países como China y “reconstruir la clase media” con políticas tributarias que también ayuden a pequeños y medianos negocios, no solo a los grandes.
“Biden cree que los trabajadores estadounidenses pueden competir con cualquiera, pero su gobierno debe luchar por ellos”, dice su programa económico.
Pese a tener un historial moderado en términos económicos como senador y vicepresidente, Biden ha apostado en este ciclo electoral por alejarse de Wall Street para acercarse a “las familias trabajadoras”.
“Este país no fue construido por banqueros de Wall Street, directores ejecutivos y administradores de fondos. Fue construido por la clase media estadounidense”, indicó en el mitin con el que inició su campaña.
En su programa electoral, Biden critica que la principal estrategia económica de Trump durante su mandato haya estado dedicada a directivos de empresas e inversores de Wall Street.
Como ejemplo, cita la gran reforma fiscal que Trump firmó a finales de 2017 que, según el exvicepresidente, “dio enormes recortes de impuestos a las multinacionales más grandes sin ningún requisito de que inviertan en Estados Unidos o favorezcan los empleos estadounidenses sobre la deslocalización”.
Este viraje a la izquierda en sus políticas económicas, según los analistas, se debe principalmente al poder dentro del partido que han adquirido figuras como Bernie Sanders y Elizabeth Warren, los dos senadores más progresistas de la Cámara Alta.
Otra de las prioridades de una hipotética Administración de Biden será reducir la brecha de riqueza entre blancos, negros, latinos, asiáticos e indígenas.
Entre otras medidas, el aspirante pretende disminuir la deuda estudiantil, aumentar el salario mínimo a 15 dólares la hora y crear un nuevo Fondo de Oportunidades para las Pequeñas Empresas.
“Esto se trata de justicia, de trabajos bien remunerados. Y estabilidad financiera, creando riqueza para las familias de color y que sea transmitida a sus hijos”, explicó en un acto de campaña en línea en julio.
Biden tiene también la intención de exigir a la Reserva Federal (Fed) que emita informes con datos y tendencias sobre las brechas económicas raciales y busque soluciones para resolver esta problemática.