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Este miércoles, un par de misiles cayeron en una granja localizada localidad de Przewodow, provincia de Lublin, en Polonia. Tras los hechos, el presunto ataque se atribuyó a Rusia. No obstante, el gobierno de Vladimir Putin rápidamente se deslindó de dicha ofensiva.
Inmediatamente después de difundirse la noticia sobre la caída de los misiles y la pérdida de dos vidas humanas, el mundo quedó en un momento de tensión por las implicaciones políticas que un ataque a la OTAN significaría. Es decir, podría ser el inicio de una guerra a nivel global.
Polonia es uno de los 30 países miembros de la OTAN, por lo que, de acuerdo con su artículo 5, un ataque a uno de sus países aliados, se considera un golpe contra la misma organización. Esto provocaría que el grupo de países actuara en respuesta, de comprobarse que los misiles fueron lanzados por Rusia.
OTAN no encontró pruebas de un ataque deliberado de Rusia
No obstante, luego de las investigaciones y de una reunión de emergencia del gobierno de Polonia, se determinó que los misiles podrían no ser de Rusia; sino de Ucrania. Por tal motivo, la OTAN, a través de su secretario general, Jens Stoltenberg, declaró que al no haber evidencia de un ataque contra uno de sus países miembros, no hay razón para comenzar una ofensiva.
De acuerdo con Polonia, los misiles posiblemente se enviaron por las fuerzas de defensa antiaérea de Ucrania. Esto con la intención de contener los ataques de Rusia. Lo anterior lo corroboró el presidente polaco, Andrzej Duda, quien descartó la idea de que la ofensiva haya provenido de Moscú; pues todo apuntaría a que, en realidad, fue de Ucrania.
Joe Biden, presidente de EE. UU., informó que sostuvo una reunión con los líderes del G20, así como de la OTAN para debatir el asunto del impacto de misiles en territorio polaco. “Ofrecemos todo nuestro apoyo y asistencia con la investigación en curso de Polonia”, dijo Biden.
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El mandatario remarcó que se mantienen firmes en la disposición de “responsabilizar a Rusia por sus descarados ataques contra Ucrania”. No obstante, también descartan que los rusos hayan sido los culpables del impacto en territorio de la OTAN.