China
Coronavirus
Desde el inicio de la pandemia, China impuso una política de “cero tolerancia” contra los contagios de COVID-19 en sus regiones, lo cual ha derivado en protestas. Esto con la intención de minimizar la cifra de contagios por este virus que ha causado estragos a nivel mundial, mayormente desde marzo de 2020.
Ahora, los nuevos confinamientos han provocado la inconformidad de miles de ciudadanos de China, quienes realizaron protestas contra esta medida durante el pasado fin de semana. Uno de los motivos que contribuyeron a estas movilizaciones es el incendio ocurrido hace unos días en un edificio ubicado en Urimqi, Xinjian, donde se reportaron, por lo menos, 10 víctimas fatales.
A raíz de ese trágico incidente, las personas comenzaron a declarar que los fallecidos no podían abandonar el lugar del incendio debido a que estaba parcialmente “cerrado” por el confinamiento. Sin embargo, las autoridades locales han negado categóricamente que las políticas de confinamiento por COVID-19 hayan entorpecido el escape de las víctimas.
Ciudades como Beijing, Pekin y Shaingai son algunas de las regiones más importantes de China donde se han detectado protestas. La gente no sólo exige la dimisión del presidente, Xi Jinping. Sino que también increpan al gobierno por las elevadas restricciones de sus políticas de cero tolerancia. Finalmente, tras casi tres años de pandemia, los duros confinamientos en múltiples ciudades chinas han generado un hartazgo en las personas que ahora se ve totalmente reflejado en las protestas.
En el caso particular de Shanghái, recientemente estuvo bajo estricto confinamiento por un par de meses. Durante este tiempo, se reportó escases de alimentos, afectando a la población, por lo que esta ocasión llevaron a cabo una protesta silenciosa portando carteles sin mensajes escritos y flores de color blanco. Poco después, las autoridades locales acudieron a la manifestación para dispersar a las personas.
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Aunque la protesta de Shanghái fue básicamente pacífica, sí se registraron algunos incidentes, como la detención de un periodista de la cadena BBC, identificado como Edward Lawrence. En redes sociales, Lawrence informó que, al parecer, la policía también había detenido a su colega, Michael Peuker, de la televisión suiza, RTS .
Tiempo después, el Ministerio de Exteriores de China informó que la detención del periodista se debió a que no se identificó como tal al momento de que lo detuvieron los policías. Pero tras aclarar su situación, quedó en libertad.