Estados Unidos
Este jueves 11 de mayo, el gobierno de Estados Unidos levantó por completo las restricciones sanitarias derivadas de la pandemia por COVID-19. Lo anterior también pone fin al mencionado “Título 42”, una de las medias tomadas por las autoridades norteamericanas para frenar, durante la emergencia sanitaria, el ingreso de migrantes a su territorio.
Durante las últimas horas de vigencia de esta medida sanitaria, identificada como Título 42, miles de migrantes se reunieron en la frontera de México con Estados Unidos con la firme intención de llegar a territorio norteamericano. No obstante, aunque el Título 42 concluyó, el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Joe Biden, tiene una estrategia para el control migratorio.
El mandatario estadounidense fue contundente al decir que “la frontera Estados Unidos-México, no está abierta”. Así como también informó sobre nuevas restricciones para quienes pretendan solicitar asilo y, como se había informado previamente, se desplegó un importante número de elementos de la Guardia Nacional para custodiar la frontera.
La conclusión del Título 42 no significa que los migrantes ahora podrán ingresar libremente al país del norte tras cruzar la frontera. Pues el gobierno de Biden aclaró que se seguirán deportando a los migrantes que busquen ingresar a Estados Unidos de manera ilegal. Así como también habrá condenas de prisión en caso de ser deportado y volver a ingresar a EE. UU. ilegalmente.
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El Título 42 fue una orden ejecutiva implementada por el gobierno del expresidente Donald Trump en marzo de 2020 como respuesta a la emergencia sanitaria por COVID-19. Esta orden autorizaba a las autoridades de inmigración de los EE. UU a expulsar a los migrantes indocumentados que cruzaran la frontera entre Estados Unidos y México sin la debida autorización. También incluía a los quienes solicitaban asilo, sin permitirles el acceso a un proceso de solicitud de asilo o audiencia ante un juez.
La justificación para implementar el Título 42 fue la necesidad de proteger la salud pública durante la crisis sanitaria mundial. El argumento fue que permitir la entrada de extranjeros indocumentados “podría aumentar el riesgo de propagación del COVID-19 en Estados Unidos”. Lo que podría incrementar el volumen de nuevos contagios y fallecimientos.
No obstante, diversos grupos defensores de los derechos humanos criticaron la implementación del Título 42. Esto bajo el argumento de que viola los derechos de los solicitantes de asilo; así como por ser discriminatorio y racista en la forma en que se aplica. También se ha dijo que la puesta en marcha del Título 42 no tuvo un impacto significativo en la lucha contra la propagación del COVID-19 en aquel país.
A pesar de las críticas, el gobierno del presidente Joe Biden mantuvo en gran medida la implementación del Título 42. Aunque hubo algunos cambios en cómo se aplica la política general de expulsar a los extranjeros indocumentados que cruzan la frontera sin autorización sigue en vigor.