El día de su toma de protesta, el sábado 1 de diciembre de 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una lista de 100 compromisos que cumpliría durante su sexenio.
Al primer año, presumió que la mayoría de ellos ya estaban cumplidos, mientras que hasta el día de su segundo informe de gobierno, en septiembre pasado, sumaba 95 de 100 promesas palomeadas, y solo 5 de ellas “en proceso”.
De acuerdo con su propia lista, solo estaban pendientes 5 compromisos, de los cuales aún se mantienen sin completar 3.
El primero es la descentralización de la administración federal, el número 54 de su lista.
Como avance en este rubro, destaca que Segalmex y Conapesca se movieron a Zacatecas y Mazatlán, respectivamente, pero ninguna secretaría de Estado ha cambiado de sede formalmente.
El compromiso 73 también está “en proceso”: impulsar el desarrollo de fuentes de energía alternativas renovables, actividad que está prácticamente paralizada en el país.
El 89, respecto al esclarecimiento de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala representa otro de los pendientes, aunque es quizá de los que más atención han recibido de parte del gobierno federal.
Los otros compromisos que al 1 de septiembre no estaban completados son:
El compromiso 27 respecto a la transferencia del impuesto minero a las comunidades que realizan esta actividad, mismo que se mantenía en proceso según el mandatario, a pesar de la reforma a la Ley Federal de Derechos, donde marca que los recursos se usarán en su mayoría para infraestructura educativa, de salud o urbana.
Otro de los compromisos que faltaba entonces era el 37 sobre la eliminación de los fideicomisos; sin embargo, en su propuesta de julio de 2019, López Obrador advertía que se había “instruido a todas las dependencias que analicen todos los fideicomisos en los que se encuentran como parte Fideicomitente o Fiduciario, a efecto de justificar su utilidad o proceder a su conclusión”.
Si bien la lista de compromisos tiene casi todos palomeados, algunos están relacionados con la “austeridad” y la honradez, por lo que quedan más en cuestiones de apreciación que cambios sustanciales.
En tanto, otros 12 compromisos parece que están un poco lejos de cumplirse a pesar de los decretos para su aplicación o de las declaraciones públicas del presidente.
El compromiso 13 de AMLO, por ejemplo, es referente al derecho universal a la salud en el país, tanto atención como acceso a medicamentos, con el cual se comprometió a establecer un servicio de salud de primera “como el de Canadá o de países nórdicos”.
Incluso ayer lunes se volvió “Dinamarca” tendencia en Twitter como recordatorio de esta promesa que aún dista mucho de cumplirse, a pesar incluso de la publicación del decreto en el Diario Oficial de la Federación este lunes que exenta a cualquier persona de cobro por la atención médica recibida de parte de la Secretaría de Salud y las entidades que esta coordina, sin importar el estado socioeconómico.
Apenas el fin de semana, durante su gira por Baja California, el presidente recibió reclamos de una ciudadana por la falta de medicamentos para la atención de cáncer, según un video que circula en redes sociales.
A ese llamado se han sumado miles de padres que acusan que no hay disponibilidad de estos productos para sus hijos enfermos. Por lo que la segunda parte está incumplida de facto incluso para los derechohabientes al servicio.
Otro de los compromisos cumplidos a juicio de AMLO es el 56, en que prometió reformar el artículo 108 para que el presidente sea juzgado como cualquier ciudadano, cosa que en apariencia se aproxima a cumplirse, pero se queda de forma parcial, pues se trata de una forma de juicio particular en la que además participaría el Senado.
A estos se suma el compromiso 63, que corresponde con la venta del avión presidencial. Si bien, el pasado 15 de septiembre se realizó la rifa simbólica del mismo, el avión sigue en manos del gobierno y no tiene un destino claro.
En el compromiso 76, el presidente sostiene que “no se permitirá ningún proyecto que afecte al medio ambiente” ni la privatización del agua, y celebra entre estas medidas incluso la cancelación de la instalación de la planta cervecera de Constellation Brands en Mexicali en marzo pasado.
Sin embargo, otros proyectos que tendrán un fuerte impacto ambiental como el Tren Maya o la Refinería de Dos Bocas han continuado, e incluso aparecen dentro de los compromisos cumplidos a pesar de que apenas están en obra.
El compromiso 77 de lograr la cobertura universal en telecomunicaciones también deja algunas dudas, pues apenas este lunes, el diario Reforma publicó que casi la mitad de los puntos de acceso público a internet a través de la CFE se colocaron en localidades con alta densidad de conexión como la Ciudad de México y Monterrey, mientras que entidades como Oaxaca, Zacatecas, Campeche y Guerrero no han recibido un solo punto de conexión.
En el compromiso 78, el mandatario dice que el problema de saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México quedaría solucionado en tres años con el funcionamiento de la terminal en Santa Lucía, la cual oficialmente se prevé que esté en funciones en marzo de 2022, después de la fecha prometida. Sin embargo, el listado del mandatario ya lo da por descontado.
El número 82, sobre la revocación de mandato, apenas fue ratificado por el propio mandatario en Baja California el fin de semana, pero permanece a incertidumbre respecto a su validez pues la ley quedó publicada sin reglamento, el cual se necesitará para su ejecución.
Asimismo, el compromiso 86, respecto al despliegue de 266 coordinaciones de seguridad en el país a cargo de la Guardia Nacional también está pendiente, pues apenas van 176 y restan 90 por instalarse, y sin embargo, ya aparece como completado.
El compromiso 90 alega que se respetará la libertad de expresión y no se aplicará censura a ningún periodista o medio de comunicación. Sin embargo, el presidente en las últimas dos semanas nada más, acusó de mentir al periódico español El País, además de que dijo que la agencia estadounidense Bloomberg se equivoca al señalar a México como el peor país para pasar la pandemia.
La promesa 92atañe a la independencia de los Poderes. Sin embargo, la agenda legislativa durante la LXIV Legislatura ha estado marcada por la agenda presidencial, que ha presentado la mayor parte de las iniciativas importantes, en tanto que ambas Cámaras permanecen bajo control del partido de AMLO.
El número 95queda en entredicho también toda vez que se ofreció “Mantener una relación de respeto, beneficio mutuo y coordinación con el gobierno de Estados Unidos”, misma que desapareció en cuanto se dio el proceso de investigación que llevó a la detención del exsecretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos. Incluso, el canciller Marcelo Ebrard reconoció esa misma falta de coordinación al dar cuenta de que no se le notificó a México de este proceso.
Finalmente, la promesa 98 decía que “se garantizará la libre manifestación de ideas y de creencias religiosas y la libertad de prensa” se ha incumplido, pues aunque se ha otorgado protección a periodistas, la cantidad de comunicadores asesinados en el país llegó a 7 a mediados de noviembre, mientras que en 2019 sumaron otros 10.