Navidad
¡Llegó diciembre! Y con ello, es común ver a un tradicional invitado: el árbol de Navidad. Su forma, fragancia, colores e iluminación son parte de la decoración para las celebraciones de estas fiestas en los hogares y centros de trabajo.
¿Sabías que, de acuerdo con la Conafor, en México se compran, en promedio, 1.8 millones de árboles de Navidad? De éstos, en promedio, el 40 por ciento se producen en plantaciones comerciales o viveros en regiones como la Ciudad de México, Coahuila, Durango, Estado de México, Guanajuato, Michoacán, Puebla o Veracruz. Esto significa una derrama económica para las comunidades de las zonas productoras, quienes se dedican, básicamente, a la protección de las plantaciones. Por esto, es importante identificar que los árboles que compres estén certificados para ayudar a combatir la tala clandestina que afecta a los bosques.
Si ya te decidiste y quieres colocar un árbol de Navidad natural en tu hogar, una opción es ir a algún establecimiento y comprarlo. Por supuesto, lo ideal es que, al terminar las celebraciones, lo envíes a un sitio especializado para su reciclaje.
Allí lo convertirán en composta, evitando que llegue a vertederos. No obstante, si prefieres una alternativa “sustentable”, tu opción sería rentar el árbol. Éste se entrega dentro de una maceta para conservar sus raíces. Así, al terminar las fiestas, la empresa donde lo rentaste se encarga de ir a recolectarlo para luego volver a plantarlo para que siga generando oxígeno.
Otra opción es comprar un árbol de Navidad artificial. Para muchos suele ser lo ideal, pues se puede almacenar de forma práctica, son bastante duraderos y su costo no suele ser tan elevado. Además, vienen en todo tipo de tamaños y estilos.
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Aunque, evidentemente, son menos ecológicos que los árboles naturales. Esto debido a que sus materiales de fabricación generalmente no son biodegradables. Además, se elaboran con productos derivados del petróleo, lo cual produce contaminación al desecharse. En el panorama general, representan un ahorro; pero implican un costo ambiental. Eso sí, con buenos cuidados pueden durante bastantes años.
Ahora bien, si quieres sacar tu lado creativo y optas por no tener un árbol natural o artificial, podrías valerte de los materiales que tengas en casa para dar vida a árbol único. En Internet encontrarás una serie de tutoriales y muestras para inspirarte. E incluso puede ser una manera entretenida para convivir con la familia.