SEMAR
A través de redes sociales, la Secretaría de Marina informó que el Velero Cuauhtémoc, un buque insignia de la Marina mexicana, ya se encuentra en Nueva York, una de las ciudades más emblemáticas del mundo y sede de las Naciones Unidas. Cabe este navío, de 23 velas, inició su viaje desde el pasado 6 de abril de 2025, cuando partió del puerto de Acapulco. Y su regreso a México se espera ocho meses después, cuando llegue a Quintana Roo.
Con este buque, la Semar ofrece la preparación final para los cadetes de la Marina, quienes, luego de recibir el conocimiento teórico, realizarán un recorrido de práctica. Además, este navío que tiene el objetivo de recorrer diferentes rincones del orbe para mostrar la cultura de México. De hecho, para este 2025, el Velero Cuauhtémoc llegará a puertos de países como Jamaica, Cuba, Estados Unidos, Alemania, Francia, España, Irlanda y Países Bajos.
Al llegar a un destino internacional, los cadetes de la Semar llevan a cabo una representación cultural de México. Lo anterior a través de música, bailes y muestra de la gastronomía mexicana.
“Como embajador [el Velero Cuauhtémoc], llega a inspirar con su mensaje de paz y buena voluntad; símbolo de un México que apuesta por el diálogo, la cooperación internacional y la cultura como puente entre naciones. Porque nuestro Buque Escuela es mucho más que un barco: es el rostro amable de nuestro país, que lleva consigo los valores, el orgullo y la calidez de cada mexicano, a cada puerto que visita”, externó la Semar en redes sociales.
Desde que surcó por primera vez las aguas del Atlántico en 1982, el Buque Escuela Velero Cuauhtémoc se ha convertido en un símbolo flotante de México: un emisario de paz, tradición marítima y excelencia naval. Con sus velas desplegadas contra el horizonte, este majestuoso bergantín-goleta no sólo forma a generaciones de cadetes de la Armada de México, sino que también deja una estela de diplomacia y orgullo nacional en más de cien puertos alrededor del orbe.
Conocido como el Caballero de los Mares, el Cuauhtémoc es mucho más que un buque escuela; es un aula flotante donde los futuros oficiales aprenden el arte de la navegación tal como lo hicieron los marinos de antaño: orientándose por las estrellas, dominando el manejo de velas y cabos, y forjando carácter bajo un sol inclemente y mareas desafiantes. A bordo, cadetes hombres y mujeres se entrenan bajo la tutela de marinos experimentados, herederos de una tradición que se remonta a los primeros viajes transatlánticos.
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En sus más de cuatro décadas de servicio, el Cuauhtémoc ha acumulado hazañas dignas de leyenda:
Su primer comandante, el Capitán de Navío Manuel Zermeño del Peón, lideró la Operación Barlovento 82, el viaje inaugural que llevó al Cuauhtémoc desde los astilleros de España —donde fue construido— hasta aguas mexicanas. Desde entonces, su cubierta ha sido testigo de encuentros diplomáticos, visitas de personalidades y el entrenamiento de miles de cadetes, todos unidos bajo los valores navales de Honor, Deber, Lealtad y Patriotismo.
Hoy, con una trayectoria suficiente para rodear la Tierra varias veces por el Ecuador, el Cuauhtémoc sigue siendo un orgullo para México: un recordatorio de que, incluso en la era de la tecnología, el valor de un marinero se mide por su destreza, resistencia y espíritu indomable.