La Luz del Mundo
Michoacán
En Michoacán, las fuerzas de seguridad irrumpieron en un terreno rural del municipio de Visa Hermosa, actuando con base a denuncias vecinales que alertaban sobre un campo de adiestramiento de la delincuencia organizada. En el lugar, hallaron a un grupo de personas llevando cabo entrenamiento táctico militar. Inicialmente, la sospecha era sobre un posible cártel; pero resultaron ser una “guardia secreta” de la polémica iglesia “La Luz del Mundo”.
Los 38 individuos detenidos —37 mexicanos y un ciudadano estadounidense— no se identificaron como sicarios; sino como miembros de la iglesia evangélica La Luz del Mundo. De acuerdo con las autoridades estatales, los arrestados son integrantes del cuerpo de seguridad interno de la iglesia, liderada por Naasón Joaquín García, quienes entrenan para proteger a sus líderes, templos y eventos masivos.
En el operativo, que incluyó al Ejército, la Guardia Nacional y policías estatales, decomisaron un arsenal compuesto principalmente por 19 réplicas de armas de fuego (5 largas y 14 cortas). Así como un arma corta real de 9 milímetros, 22 cuchillos de utilería y cinco reales, equipo táctico (chalecos, cascos, botas, mochilas, binoculares, miras) y dispositivos de comunicación, computadoras, libreas y un auto. Para las autoridades, el hallazgo revela una inquietante veta en la estructura de esta organización religiosa, cuyo líder, Naasón Joaquín García, purga actualmente una condena por abuso sexual en Estados Unidos y enfrenta nuevos y graves cargos en Nueva York.
La incursión resultó de una investigación motivada por la sospecha de actividad criminal. “Es una situación totalmente atípica”, reconoció el secretario de Seguridad de Michoacán, Juan Carlos Oseguera Cortés, en declaraciones ante los medios. La confusión inicial de los agentes se transformó en sorpresa al descubrir que el grupo realizaba ejercicios de adiestramiento operativo con equipos que, aunque en su mayoría simulados, imitaban de manera precisa el equipamiento de un grupo paramilitar.
Los detenidos, descritos como hombres jóvenes y algunos adolescentes, procedían de, al menos, diez estados diferentes de México, incluyendo Nayarit, Jalisco y la Ciudad de México. Ello sugiere una operación coordinada a nivel nacional. Durante el operativo, un sujeto, presuntamente colombiano, logró evadir la captura.
El descubrimiento del campo de entrenamiento no es un hecho aislado. Se produce en un momento de extrema vulnerabilidad para la cúpula de La Luz del Mundo. Su líder, Naasón Joaquín García, considerado “apóstol” por sus seguidores, se declaró no culpable el pasado 23 de septiembre en un tribunal federal de Nueva York por cargos que incluyen tráfico sexual, crimen organizado y dirigir una empresa criminal.
Esta es la segunda ocasión en que Joaquín García enfrenta la justicia en Estados Unidos. En 2022, lo sentenciaron a 16 años de prisión en California tras declararse culpable de abusar sexualmente de tres menores. La nueva acusación en Nueva York, que menciona a 13 víctimas femeninas anónimas, algunas de las cuales tendrían tan sólo 13 años, alega que él y sus predecesores en el liderazgo de la iglesia utilizaron su posición de poder para abusar de generaciones de jóvenes seguidoras.
Testimonios de antiguos miembros arrojan luz sobre la función de estos grupos de seguridad. Sharim Guzmán, un sobreviviente de los abusos de la iglesia, relató que a los varones jóvenes se les inculca desde niños la disciplina marcial con la narrativa de que el “apóstol” debe ser protegido de un mundo hostil, al igual que Jesús.
Estos cuerpos, conocidos como la “guardia de Jahzer”, tendrían sus orígenes en grupos similares formados por el padre del actual líder, Samuel Joaquín. Su función principal sería el resguardo físico de los Joaquín García; pero Guzmán alega que también participaban en actos delictivos, como el secuestro de mujeres para silenciarlas. Además, se señala la presencia de exmiembros de corporaciones policiales y militares dentro de estas guardias, quienes aportarían conocimientos profesionales al grupo.
La Luz del Mundo, con sede en Guadalajara y presencia en más de 50 países, afirma contar con alrededor de cinco millones de seguidores. El hallazgo en Michoacán y los juicios en Estados Unidos colocan a esta poderosa institución bajo un microscopio sin precedentes, planteando serias preguntas sobre los límites entre la práctica religiosa y la posible operación de una estructura delictiva.
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Las autoridades mexicanas pusieron a los 38 detenidos, y a lo decomisado, a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR), que ahora debe determinar los cargos formales. Mientras tanto, la iglesia insiste en la normalidad de sus actividades de seguridad, una posición que choca frontalmente con la imagen de un campo de adiestramiento clandestino y la sombra de los crímenes que se le imputan a su máximo dirigente.