Claudia Sheinbaum
Morelos
En un gesto cargado de simbolismo histórico, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, eligió la Ex Hacienda de Chinameca —lugar donde asesinaron a Emiliano Zapata en 1919— para encabezar la conmemoración del 106 aniversario luctuoso del líder revolucionario. Esta vez, sin embargo, el homenaje se centró en una causa contemporánea: la reivindicación del papel de las mujeres ejidatarias en el campo mexicano.
Frente a comunidades campesinas y autoridades locales, Sheinbaum Pardo anunció una ambiciosa meta: que, por lo menos, 150 mil mujeres sean reconocidas como propietarias legales de sus tierras antes del año 2030. Actualmente, apenas el 27 por ciento de los derechos agrarios registrados en México pertenecen a mujeres, una cifra que la mandataria calificó como un rezago inadmisible.
“Hoy decidimos dedicarlo para el reconocimiento también de las mujeres como propietarias de la tierra; 27 por ciento de todos los derechos agrarios reconocidos son para mujeres, sólo el 27 por ciento, nos pusimos la meta de que, al 2030, tiene que haber 150 mil mujeres más que sean reconocidas como ejidatarias o como comuneras, con todos los derechos agrarios”, señaló la mandataria mexicana.
En la ceremonia, Claudia Sheinbaum entregó títulos de propiedad a mujeres del pueblo indígena O’dam, en Durango, así como del Estado de México. Lo anterior en un acto que, indicó, busca sentar un precedente institucional. Sheinbaum destacó que las mujeres desempeñaron un papel clave en las transformaciones que ha vivido el país. Sin embargo, aseveró que “no se les ha dado el reconocimiento necesario.”. Ante ello, el objetivo de su gobierno es que se incremente el número de mujeres que sean propietarias de sus tierras.
“Históricamente se pensaba que las mujeres no podíamos ser propietarias de la tierra, no podíamos ser ejidatarias o comuneras, quien trabaja la tierra, quien era heredera. Si había una familia que moría el padre y tenía puras hijas, entonces se quedaba la tierra sin registro, sin herencia, comunal o ejidal, que pocos países en el mundo tienen el reconocimiento de la propiedad colectiva de la tierra, eso viene de los pueblos originarios de nuestro país”, puntualizó.
La presidenta también aprovechó el foro para destacar la visión de justicia social que guía su administración, basada en los principios del llamado “Humanismo Mexicano”, que prioriza el bienestar de los sectores más vulnerables.
Citando la máxima “por el bien de todos, primero los pobres”, Sheinbaum presentó el programa Cosechando Soberanía, una iniciativa orientada a fortalecer la producción nacional de alimentos básicos como maíz criollo, frijol, leche y cacao. Lo cual permitirá fortalecer el mercado interno y una mejor calidad de vida para los campesinos. Asimismo, reiteró que está prohibido por la Constitución sembrar maíz transgénico en México, y defendió la autosuficiencia alimentaria como un pilar del llamado Plan México, el cual busca generar crecimiento económico con justicia y equidad.
“¿Qué queremos al final? Primero, que el campesino viva bien; segundo que produzcamos más maíz, que no tengamos que importar tanto maíz, pero no cualquier maíz, el maíz que viene de México, el maíz criollo, ya saben que ya se prohibió en la Constitución el maíz transgénico, ¿verdad? No se puede sembrar maíz transgénico en nuestro país, está prohibido por la Constitución. Queremos que se produzca más maíz, más frijol, más leche, que haya autosuficiencia alimentaria que es parte de este programa que llamamos el Plan México, que queremos que haya más desarrollo en el país con bienestar, que no se puede hablar de crecimiento económico si la gente, si en México no se vive bien”. Expuso.
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La presidenta reiteró que está prohibido por la Constitución sembrar maíz transgénico en México, y defendió la autosuficiencia alimentaria como un pilar del llamado Plan México, el cual busca generar crecimiento económico con justicia y equidad.