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Colosio
Han pasado casi 30 años desde el magnicidio ocurrido la tarde del 23 de marzo de 1994, cuando, tras presentación pública, Luis Donaldo Colosio Murrieta resultó herido de gravedad, presuntamente por Mario Aburto Martínez. El victimario encañonó, con una pistola Taurus calibre .38, al candidato del PRI, quien caminaba, a ras de piso, entre un grupo de asistentes al mitin, los cuales quedaron estupefactas cuando sonaron los disparos, que dejaron gravemente herido a Colosio Murrieta.
Los hechos ocurrieron en Lomas Taurinas, en la ciudad de Tijuana, Baja California. Luego del ataque armado, al candidato lo trasladaron a un hospital, donde debido a la magnitud de sus heridas, principalmente por un impacto de bala en la cabeza, finalmente, a las 18:55 horas, el político mexicano nacido en Magdalena de Kino, Sonora, perdió la vida.
Durante la conferencia matutina de este jueves 12 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como «Crimen de Estado» el magnicidio en contra de Luis Donaldo Colosio Murrieta. Además, destacó que la condena en contra del presunto gatillero, Mario Aburto Martínez, «tuvo inconsistencias».
López Obrador remarcó que las autoridades y el Estado, «no tuvieron la voluntad» para resolver el caso. El cual, a casi 30 años de ocurrir, sigue sin dar luz fehaciente a los hechos. Asimismo, informó que días antes del magnicidio, el ahora presidente de México se reunió con Colosio Murrieta para cenar. Esto pasó el 21 de marzo de 1994 en la casa de la Clara Jusidman, en las Lomas de Chapultepec, CDMX. Ella habría fungido como intermediaria entre Colosio y Obrador para que se diera dicha reunión.
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Recordando lo ocurrido en la cena, AMLO comentó que ambos hablaron de temas políticos, sobre lo importante que sería darle un cambio a la «política neoliberal». En ese momento, narra Obrador, expresó que la política neoliberal no era la opción ni la alternativa para el pueblo mexicano. Y que se tendría que dar más prioridad a la «inversión pública y a la industria de la construcción» para reactivar la economía y el empleo en el país, «con una mejor distribución de la riqueza».
Días después, México conmocionó al saberse el magnicidio de Colosio en Lomas Taurinas. Sobre ello, AMLO comentó que luego de la detención del presunto culpable, muchos decían que el detenido quizá no era el asesino, que no se parecía. Otros sostenían que sí era él; sin embargo, también se llegó a cuestionar si Aburto actuó por convicción propia, o si había un autor intelectual del crimen, de quien no se ha especificado.
Sobre el presunto magnicida de Luis Donaldo Colosio Murrieta, AMLO dijo que, en caso de que el detenido por el magnicidio considere que su caso se lleva de manera «injusta» y aún sostiene su «inocencia», es libre de hablar y dar su declaración sobre cómo ocurrieron los hechos de aquel 23 de marzo de 1994.