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El pasado viernes 13 de diciembre de 2024, las autoridades de Estados Unidos recapturaron, en Virginia, a Dámaso López Serrano, alias “El Mini Lic”. A él lo señalan por el presunto delito de narcotráfico, precisamente de fentanilo desde México hacia territorio estadounidense.
Ahora, México busca que el Gobierno de Estados Unidos facilite la extradición de este miembro del crimen organizado. Sobre todo, ahora que se concretó también la extradición de Osiel Cárdenas Guillén, exfundador de los Zetas y exlíder del Cártel del Golfo. No obstante, hasta el momento, el Gobierno norteamericano no ha aceptado extraditar a “El Mini Lic”.
Por parte de México, el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, resaltó este martes 17 de diciembre de 2024, la importancia de extraditar a López Serrano, ya que sería el presunto autor intelectual del asesinato del periodista Javier Arturo Valdez Cárdenas, ocurrido el pasado 15 de mayo de 2017, en Culiacán, Sinaloa.
“Al resto de los autores ya los tenemos procesados y en la cárcel. Este nos faltaba y le hemos insistido en innumerables ocasiones al gobierno de Estados Unidos esta entrega”. Indicó el fiscal.
De acuerdo con Gertz Manero, el motivo por el que Estados Unidos no extradita a López Serrano, es porque lo consideran como un “testigo protegido” del que aún obtienen información. No obstante, ahora que lo reaprendieron, México volvió a solicitar la extracción para que se le juzgue por los crímenes cometidos en territorio azteca.
Dámaso López Serrano, conocido como “El Mini Lic,” es una figura clave dentro del mundo del narcotráfico en México y está vinculado al Cártel de Sinaloa. Es hijo de Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado,” uno de los operadores más cercanos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Su apodo, “El Mini Lic,” hace referencia al apodo de su padre y su ascenso como sucesor dentro de la estructura delictiva.
Tras la captura de “El Chapo”, en 2016, “El Mini Lic” fue identificado como uno de los posibles herederos del liderazgo del cártel. Aunque pronto se enfrascó en una guerra interna contra “Los Chapitos”, hijos de Guzmán Loera. Dicho conflicto escaló los niveles de violencia en regiones como Sinaloa y Baja California.
Según informes de las autoridades mexicanas y estadounidenses, López Serrano se involucró activamente en el tráfico de cocaína, heroína y metanfetaminas hacia Estados Unidos. Además, se le vinculó con una serie de asesinatos y secuestros relacionados con disputas territoriales.
En un giro inesperado, en julio de 2017, “El Mini Lic” se entregó “voluntariamente” a las autoridades estadounidenses en Calexico, California. Este movimiento sorprendió a muchos, ya que marcó un contraste con la tradicional resistencia violenta de los capos mexicanos ante su captura. Con ello, López Serrano se volvió el narcotraficante de más alto perfil en entregarse directamente a las autoridades norteamericanas. Lo que despertó especulaciones sobre posibles acuerdos de colaboración con la justicia de aquel país para reducir su condena u obtener beneficios.
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Actualmente, “El Mini Lic” enfrenta cargos por tráfico de drogas y conspiración, acusaciones que podrían llevarlo a cumplir una larga condena en una prisión de Estados Unidos. Su detención no solo desestabilizó temporalmente al Cártel de Sinaloa, sino que también puso en evidencia las fracturas internas de esta organización delictiva en México.
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