Nicolás Maduro
Venezuela
Este viernes 10 de enero de 2025 se llevó a cabo, en la Asamblea Nacional, la toma de protesta de Nicolás Maduro Moros, como presidente de Venezuela. Con ello, se firma el inicio del tercer periodo presidencial (consecutivo) de Maduro al frente de Venezuela, el cual llega en medio de incertidumbre, polémicas y críticas por cómo se dio el proceso electoral.
A pesar de las múltiples denuncias y críticas puntuales por parte de la oposición, que señala a Edmundo González, como el verdadero ganador de las votaciones, Maduro siguió adelante, jurando a su cargo como presidente constitucional de Venezuela para el periodo 2025-2031.
“Juro por el histórico, noble y aguerrido pueblo de Venezuela y ante esta Constitución, que haré cumplir todos sus mandatos, inauguro el nuevo periodo de la paz, la prosperidad y la nueva democracia”. Exclamó Maduro.
Acompañado de su esposa, Cilia Adela Flores, y de Delcy Rodríguez y Diosdado Cabello, Nicolás Maduro arribó a la Asamblea Nacional, donde lo recibieron y homenajearon los cadetes de la Academia Militar. Entre los mandatarios internacionales que sí asistieron a la investidura, se encontraban Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, y la canciller de Bolivia, Celinda Sosa, delegados provenientes de Argelia, República Democrática del Congo. También asistió Haitham al Ghai, titular de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), entre otros. Por parte de México, la presidente Sheinbaum Pardo informó que no podría asistir, en su lugar acudiría, como representante, el embajador de México en Venezuela, Leopoldo de Gyvés.
Nicolás Maduro Moros, una figura central en la política venezolana, ha protagonizado una de las historias más controvertidas en América Latina. Nació el 23 de noviembre de 1962 en Caracas y, antes de involucrarse en actividades sindicales y políticas, comenzó su carrera laboral como conductor de autobuses en el sistema de transporte público. Su ascenso dentro del movimiento bolivariano fue impulsado por su cercanía a Hugo Chávez, de quien se convirtió en uno de los colaboradores más cercanos.
Maduro se unió al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) liderado por Chávez y fue parte del equipo que acompañó al militar en su ascenso al poder en 1999. Después de desempeñarse como diputado y presidente de la Asamblea Nacional, su lealtad y habilidad para la negociación le valieron el puesto de ministro de Relaciones Exteriores en 2006. Su gestión en la diplomacia bolivariana consolidó alianzas clave con países como Cuba, Rusia, Irán y China.
En 2012, cuando a Hugo Chávez le diagnosticaron cáncer, nombró a Maduro como su sucesor, una decisión que selló su destino político. Tras la muerte de Chávez en marzo de 2013, Maduro asumió interinamente la presidencia y ganó las elecciones de abril del mismo año por un estrecho margen del 1.5 por ciento frente a Henrique Capriles.
El primer mandato de Maduro (2013-2019) estuvo marcado por una profunda crisis económica, agravada por la caída de los precios del petróleo y una inflación descontrolada que alcanzó niveles históricos. Enfrentó masivas protestas opositoras en 2014 y 2017, que resultaron en centenares de muertos y miles de detenidos. Sin embargo, su control sobre las instituciones, incluidas las Fuerzas Armadas y el Tribunal Supremo de Justicia, le permitió mantenerse en el poder.
Las elecciones de 2018, ampliamente cuestionadas por la comunidad internacional, llevaron a varios países a desconocer su legitimidad y reconocer a Juan Guaidó como presidente interino. A pesar del aislamiento diplomático, Maduro consolidó su posición con apoyo de aliados como Rusia y China. Además, impulsó reformas económicas parciales para enfrentar la hiperinflación y abrir espacios a la inversión privada, lo que logró cierta estabilización.
En 2024, Maduro logró reelegirse tras un proceso electoral que, aunque denunciado por sectores opositores como irregular, fue avalado por observadores internacionales invitados por su gobierno. La oposición llegó debilitada y fragmentada al proceso, mientras que el gobierno desplegó una estrategia basada en el control social a través de programas como el Carnet de la Patria y medidas populistas.
También te recomendamos leer: Sheinbaum descarta rumores sobre salida del titular de la SHCP
Maduro enfrenta ahora el reto de mantener la estabilidad económica relativa que ha logrado y de reconstruir la confianza en su administración, tanto a nivel interno como en la esfera internacional. Su tercer mandato podría definir su legado político y la posibilidad de un cambio sustancial en Venezuela. A medida que comienza su tercer mandato, la atención mundial está puesta en cómo su gobierno afrontará los retos económicos y políticos que persisten en Venezuela.