El presidente estadounidense, Donald Trump, pidió este lunes a los gobernadores ‘mano dura’ contra las protestas que ocurren tras la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis.
Trump tildó a muchos gobernadores como “débiles” y exigió medidas más severas contra la quema y el robo en algunas manifestaciones después de otra noche de protestas violentas en docenas de ciudades estadounidenses.
El mandatario habló con los gobernadores en una videoconferencia que también incluyó a funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y de seguridad nacional, y les dijo a los líderes estatales que “tienen que ser mucho más duros”.
“La mayoría de ustedes son débiles”, dijo Trump. “Tienen que arrestar gente”.
Las protestas comenzaron el martes 26 de mayo, un día después de la muerte de Floyd en una confrontación con la policía que fue grabada en video por un civil y que se ha hecho viral. En el video se observa al hombre esposado y suplicando por su vida mientras un policía blanco lo inmoviliza poniéndole la rodilla sobre el cuello.
El viernes 29 de mayo, luego de tres noches seguidas de protestas sociales por el asesinato a manos de la policía, el alcalde de Minneapolis, en Minnesota, Jacob Frey, decretó que durante el fin de semana se establecería un toque de queda obligatorio, desde las 20:00 hasta las 6:00 horas.
En el momento, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, respaldó la medida asegurando que “las acciones ilegales y peligrosas de otros, al amparo de la oscuridad, han causado dolor y daños irreversibles en las empresas, transeúntes, manifestantes pacíficos y brigadistas”.
Las protestas se extendieron a otras ciudades estadounidenses, como a Nueva York, Los Ángeles y Memphis, así como a Louisville, Kentucky, entre otras. Hasta este lunes, autoridades han decretado toque de queda nocturno en 25 ciudades de 16 estados de Estados Unidos.
Este lunes, el presidente instó a los gobernadores a desplegar la Guardia Nacional, lo cual ayudó, dijo, acalmar la situación el domingo por la noche en Minneapolis. He exigido que se tomen medidas igualmente duras en ciudades que también experimentaron un espasmo de violencia, como Nueva York, Filadelfia y Los Ángeles, apuntó.
“Hay que arrestar a las personas, hay que rastrearlas, hay que ponerlos en la cárcel durante 10 años y nunca se volverán a ver estas cosas”, comentó Trump. “Lo estamos haciendo en Washington, D.C. Vamos a hacer algo que la gente no ha visto antes”.
Trump comentó a los gobernadores que se hacían ver a ellos mismos “como tontos” por no llamar a más guardias nacionales como un espectáculo de fuerza en las calles de la ciudad.
Elprocurador general, Bill Barr, que también estaba en la llamada, señaló a los gobernadores que se utilizaría una fuerza de tarea terrorista conjunta para rastrear a los agitadores e instó a los funcionarios locales a “dominar” las calles y controlar, no reaccionar ante las multitudes, así como a “ir contra los alborotadores “.