A sólo tres días de haber entrado en vigor el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el gobierno de México envió una carta al Departamento de Comercio estadounidense para defenderse de la amenaza de una imposición unilateral de aranceles contra importaciones de origen mexicano por más de 1,300 millones de dólares anuales.
El caso consiste en que Estados Unidos inició una investigación bajo la Sección 232 sobre sus compras externas de transformadores eléctricos, de cuyos productos abarcados México es su principal proveedor, con envíos por 1,314 millones de dólares en el 2019.
La investigación engloba las importaciones estadounidenses provenientes de todo el mundo en esa canasta de productos, en la que México tuvo una participación de 38% en el año pasado. Otros proveedores fueron Canadá, China, Alemania, Corea del Sur y Austria.
La Sección 232 es una de varias herramientas unilaterales que Estados Unidos tiene a su disposición para abordar las barreras comerciales y otras prácticas de comercio exterior.
“Las exportaciones mexicanas de los bienes sujetos a la investigación del Departamento de Comercio no representan una amenaza de seguridad nacional para los Estados Unidos”, dice la carta enviada por Aristeo López, representante de la Oficina Comercial de la Secretaría de Economía en Washington.
Además, argumenta, México considera que la investigación de la Sección 232 del Departamento de Comercio es contraria a los intereses compartidos de Estados Unidos y México de aumentar el comercio bilateral y mejorar la competitividad económica de la región.
“En cambio, México cree que nuestros dos países deberían centrarse en encontrar formas de fortalecer los lazos comerciales y económicos bilaterales, particularmente ahora que el T-MEC entró en vigor “, insta López.
El 11 de mayo, a partir de solicitudes de miembros del Congreso de Estados Unidos, un fabricante de acero eléctrico de grano orientado (GOES, por su sigla en inglés) y productores de transformadores de potencia, el Secretario de Comercio inició la investigación.
El grupo de productos abarcados incluye laminaciones para núcleos apilados para su incorporación a transformadores, núcleos apilados para su incorporación a transformadores, núcleos enrollados para su incorporación a transformadores, transformadores eléctricos y reguladores de transformadores.
Sin embargo, los productos investigados están sujetos a una regla de origen establecida en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que ahora es más estricta en el T-MEC.
“Por lo tanto, el nuevo acuerdo debería resolver la preocupación subyacente. La imposición de derechos 232 permitiría al único productor en los Estados Unidos actuar, en la práctica, como un monopolio. Sin embargo, no tiene suficiente capacidad instalada para abastecer al mercado de los Estados Unidos, y mucho menos a toda la región de América del Norte. Esta situación tendrá un impacto negativo en los consumidores de los Estados Unidos”, concluye.
Bajo la Sección 232, ya Estados Unidos y México estuvieron involucrados en una disputa comercial sobre las acciones estadounidenses para imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio desde México. En este caso, se fijaron también aranceles a la Unión Europea, Canadá y Brasil, entre otros.