El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abrió este martes una nueva polémica al anunciar que excluirá a los inmigrantes indocumentados del conteo de cara a la distribución de los representantes por estado ante la Cámara Baja.
La decisión se dio a conocer en un memorándum publicado por la Casa Blanca y firmado por el gobernante cuando aún se lleva a cabo el censo en el país, el cual concluirá en octubre próximo su etapa de entrevistas.
“A los fines de la redistribución de Representantes después del censo 2020, es política de Estados Unidos excluir de la base de distribución a los extranjeros que no se encuentren en un estado migratorio legal”, reza el documento, que no precisó el mecanismo para determinar la condición migratoria de los empadronados.
El memorándum puntualiza que el 11 de julio de 2019, Trump ordenó a los departamentos y agencias del Ejecutivo compartir información con el Departamento de Comercio sobre el número de ciudadanos y no ciudadanos, así como de inmigrantes indocumentados.
Las últimas cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) estimaban en 12 millones los inmigrantes indocumentados en el país.
Trump indicó en una declaración posterior al memorándum que su Administración “no apoyará darle representación en el Congreso a los extranjeros que ingresen o permanezcan ilegalmente en el país, porque hacerlo crearía incentivos perversos y socavaría nuestro sistema de Gobierno”.
Subrayó que la orden de hoy “refleja una mejor comprensión de la Constitución y es coherente con los principios” de la democracia estadounidense.
“Solía haber un momento en que se podía declarar con orgullo: ‘Soy ciudadano de Estados Unidos’. Pero ahora, la izquierda radical está tratando de borrar la existencia de este concepto y ocultar el número de extranjeros ilegales en nuestro país”, apuntó el presidente.
En un documento emitido también este martes por la Casa Blanca, se explica que la Constitución no define “qué personas deben incluirse a los fines de la distribución” y solo exige que los representantes sean repartidos “de acuerdo con lo que se ha entendido hace mucho tiempo como los ‘habitantes’ de cada estado”.
Bajo este entendido, de acuerdo con la explicación de la Casa Blanca, el no excluir a los inmigrantes indocumentados “podría causar que algunos ciudadanos estadounidenses estén infrarrepresentados proporcionalmente”.
La Constitución de Estados Unidos dice explícitamente que la distribución parlamentaria se debe basar en el “número total de personas” en cada estado.
La medida conlleva importantes interrogantes legales y probablemente generará litigios.
Expertos y abogados del censo de Estados Unidos han dicho que la medida sería de dudosa legalidad y que probablemente beneficiaría al Partido Republicano de Trump al eliminar la población de migrantes en Estados Unidos, que en su mayoría no son de raza blanca y que se encuentran ilegalmente en el país.
“Todo esto hace que la posición de Trump sea indignante”, dijo Joshua Geltzer, un experto en derecho constitucional y profesor en Georgetown Law, y agregó que la medida seguramente se encontrará con recursos judiciales.