Crimen
Nueva York
El 8 de diciembre de 1980, Mark David Chapman disparó en contra del popular cantante londinense y otrora integrante de The Beatles, John Lennon. Los hechos ocurrieron a las afueras del edificio Dakota, en Nueva York, donde habitaba el músico. Ese día de diciembre, Chapman se aproximó a él y disparó en cinco ocasiones al interprete de Imagine.
Al agresor, que ahora tiene 67 años, lo detuvieron. Y tras un breve juicio, lo sentenciaron a pasar un mínimo de 20 años de prisión y un máximo de cadena perpetua. La primera ocasión en que Chapman intentó conseguir la libertad condicional fue en el año 2000, dos décadas después del crimen. La petición le fue denegada y, desde entonces, cada dos años ha tratado de que las autoridades lo dejen en libertad.
Ahora, a casi 42 años del crimen que enlutó a la música, Mark David Chapman buscó por doceava ocasión alcanzar la libertad condiciona. Pero tal como en las otras 11 ocasiones, las autoridades de Nueva York decidieron negársela. Cabe destacar que Yoko Ono, viuda de Lennon, se ha encargado de enviar cada dos años una carta dirigida a la Junta de Libertad Condicional. En éstas solicita expresamente que no se excarcele al asesino de su esposo.
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De acuerdo con los informes, Mark David Chapman, quien permanece recluido en la prisión de alta seguridad de Wende, Nueva York, compareció a finales del mes pasado ante la Junta de Libertad Condicional estatal. Allí, el asesino de John Lennon expuso los motivos por lo que considera que ya ha cumplido con su pena. Y por los que debería quedar en libertad. No obstante, la junta concluyó con una nueva negativa. Así que Chapman debe aguardar un par de años más para volver a intentar convencer a la Junta de Libertad Condicional. Para esas fechas, Champan tendrá 69 años.
Aunque ya pasaron varios días después de la negativa recibida por Chapman, las autoridades penitenciarias no han revelado los motivos por los que se declinó la petición de libertad. Aunque desde hace 18 años, Chapman ha mostrado un récord de buena conducta, en ocasiones anteriores las razones atribuían a que el prisionero no es capaz de coexistir con el “bienestar y seguridad de la sociedad”. Así como también afirman que liberarlo sería una manera de “minimizar” la seriedad de su crimen.
Adicional a lo anterior, las autoridades destacan que en caso de que el prisionero consiga la libertad, existiría la posibilidad de que alguna persona pudiera agredirlo en “represalia” por el crimen cometido en 1980 en contra de uno de los más grandes íconos de la música.