El Gobierno alemán, para aminorar los efectos de la pandemia en la educación, planea garantizar que los profesores tengan ordenadores portátiles de trabajo y garantizar que todos los alumnos tengan acceso barato a internet.
La copresidenta del Partido Socialdemócrata (SPD), Saskia Esken, informó este viernes en una comparecencia ante los medios de los resultados de un encuentro informal que mantuvo el jueves con la canciller, la conservadora Angela Merkel, centrada en la digitalización de la educación en tiempos de pandemia.
“Estoy muy contenta con los resultados”, aseguró Esken, que agregó que lo tratado en esta cita, en la que estuvieron presentes representantes de los partidos de la gran coalición y también de los estados federados, irá implementándose en “las próximas semanas y los próximos meses”.
Explicó que el cierre de colegios entre marzo y julio ha evidenciado el “potencial” de la educación a través de medios digitales, pero también las “muchas carencias” en la dotación de centros y domicilios privados, así como en las competencias del personal docente.
Según medios alemanes que citan participantes en el encuentro de forma coincidente, todos los profesores deben recibir un portátil de trabajo y todos los alumnos deben tener acceso a una conexión de internet que como máximo cueste 10 euros al mes.
Además, todos los colegios del país deben tener acceso de banda ancha a internet. El Ministerio de Transporte y Digital destinará a esta cuestión 500 millones más de los previstos.
“Hay unanimidad en torno al objetivo común, evitar cierres completos y generales de colegios y guarderías“, aseguró por su parte a través de Twitter el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert.
Los colegios han empezado a reabrir en Alemania, donde el curso escolar ha empezado ya en cinco estados federados, mientras el número de nuevos infectados diarios marca desde hace dos semanas una clara tendencia alcista.
Mientras en nuestro país, la cobertura social de servicios de telecomunicaciones, particularmente de banda ancha, está por sufrir un revés significativo.
Resulta que el fideicomiso 2058, mejor conocido como e-México, le ha sido arrebatado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, sin importar los efectos colaterales que esto implica.
Esta medida afectará a más de 12 millones de mexicanos en más de 12 mil poblaciones que utilizan los servicios en escuelas, oficinas y centros de salud, rubro este último colapsado por la pandemia del Covid-19