Julian Assange
Este 2024, el premio Nobel de la Paz “podría” quedar en manos del periodista y activista político, Julian Assange, de 52 años. A el se le conoce mundialmente por la creación de Wikileaks y todos los conflictos que le derivaron de su publicación.
El premio Nobel de la Paz es de los más destacados entre los galardones entregados por el Comité del Premio Nobel de Noruega, desde 1901, cuando se entregó por primera ocasión. En 2023, el afamado premio lo obtuvo la activista iraní, Narges Mohammadi. Lo anterior por defender los derechos de las mujeres en el país persa.
Ahora, este año, la diputada de Noruega, Sofie Marhaug, propuso al periodista de origen australiano, Julian Assange, a ser uno de los candidatos para adjudicarse el afamado premio Nobel de la Paz el próximo 10 de diciembre, fecha que coincide con el aniversario luctuoso de su fundador.
“Assange reveló crímenes de guerra en el occidente y contribuyó a la paz. Si queremos evitar la guerra, se necesita conocer la verdad sobre los daños que provoca”. Resaltó la diputada noruega al diario Dagbladet.
Sofie Marhaug destacó que Julian Assange es un “prisionero político”. Y remarcó que el periodista y activista debería recibir un homenaje por su contribución a la paz… en lugar de que lo sigan persiguiendo los gobiernos.
“En occidente gritan cuando otros países hacen eso. Sin embargo, no quieren atención cuando ocurre en nuestra esfera. Al otorgarle el premio Nobel de la Paz a Julian Assange, el Instituto Nobel mandaría un mensaje claro de que no aceptamos la doble moral”. Agregó
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Será este martes cuando el periodista australiano, Julian Paul Assange, presente ante el Tribunal Superior de Londres, un nuevo recurso para evitar la extradición a EE. UU. Dicho país solicita a Assange para realizarle un juicio por los 18 crímenes de espionaje derivados de las publicaciones en Wikileaks entre los años 2010 y 2011, donde se expusieron las violaciones a los derechos humanos en Estados Unidos, ocurridos durante las guerras de Afganistán e Irak.
Quito, Ecuador, concedió asilo diplomático a Julian Assange, por lo que se mantuvo refugiado durante varios años sin salir de la embajada. Sin embargo, luego de que Quito le quitara, en 2012, dicho beneficio, se facilitó su arresto en 2019 en la embajada de Ecuador en Londres. Desde entonces, se mantiene como prisionero en una cárcel de alta seguridad en Londres.