Guadalajara
La trayectoria del futbolista mexicano, Omar Bravo, de 45 años, fue, durante una década, sinónimo de goles y gloria para el Club Deportivo Guadalajara. No obstante, su legado se ensombreció tras una acusación por presunto abuso sexual, que precipitó su caída en desgracia, no solo ante la justicia, sino que también en el seno de la institución que lo consagró como ídolo.
En un rápido despliegue de consecuencias, su propio club, Chivas, tomó medidas decisivas para distanciarse del exfutbolista, quien permanecerá en prisión preventiva durante los próximos seis meses. Lo anterior luego de que se le vinculó a proceso por el presunto delito de abuso sexual infantil agravado. La primera audiencia, celebrada el 10 de octubre, fue el detonante de una serie de acciones que reconfiguran el legado del histórico goleador.
La respuesta más simbólica y contundente provino desde Chivas. En el museo del Estadio Akron, un santuario que narra la historia del conjunto rojiblanco, las huellas de Omar Bravo comenzaron a ser metódicamente borradas. Donde antes se exhibía su jersey, testigo de sus 160 goles que lo convirtieron en el máximo goleador del club, ahora hay un vacío que habla más alto que cualquier homenaje.
Vía redes sociales, visitantes del estadio Akron informaron y documentaron los cambios. Las vitrinas, que una vez glorificaron sus hazañas, fueron reconfiguradas. En un acto que los aficionados interpretaron como una destitución histórica, la camiseta de Bravo se reemplazó por recuerdos de encuentros pasados contra el FC Barcelona, un intercambio de reliquias que busca reescribir la narrativa pública del club.
La medida, aunque no informada oficialmente por la directiva de Chivas, responde a la presión de una afición que se muestra horrorizada por la naturaleza de las acusaciones. Y quienes exigen una ruptura limpia con quien fuera uno de sus jugadores más emblemáticos.
Paralelamente, las aspiraciones de Bravo de representar a su ciudad en el escenario global llegaron a un abrupto final. Las autoridades de Jalisco lo relevaron de su designación como embajador de Guadalajara para la Copa Mundial de la FIFA 2026, un papel de prestigio que ahora recaerá en una figura intachable: la leyenda del golf mexicano, Lorena Ochoa.
La decisión se reveló por Juan José Frangie, presidente municipal de Zapopan y organizador local del Mundial. Él señaló que la situación judicial del exdelantero imposibilitaba su participación en el evento. La designación de Ochoa no sólo significa un reemplazo, sino que también un deliberado giro de página hacia una imagen de integridad y éxito deportivo incontrovertible.
También te recomendamos leer: Detienen al exfutbolista, Omar Bravo, por presunto abuso infantil
El caso de Omar Bravo se convirtió así en una lección sobre la frágil naturaleza de la reputación. En cuestión de días, el hombre, cuya efigie era un punto de peregrinación para los seguidores de Chivas, vio cómo su legado material se desmanteló. Y su futuro, tanto personal como profesional, queda suspendido a la espera de un veredicto judicial que definirá, de la manera más severa, el lugar que ocupará en la historia.