Claudia Sheinbaum
México
Perú
En un movimiento que intensifica una amarga disputa diplomática, el Congreso de Perú declaró, este jueves 6 de noviembre de 2025, a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, “Persona non grata”. La acusan de una “inaceptable injerencia” en los asuntos internos del país.
La decisión, que culmina en la ruptura de relaciones diplomáticas, fue impulsada por la decisión del gobierno de México de conceder asilo político a la exprimera ministra peruana Betssy Chávez. A quien la justicia de Perú busca por su presunto papel en el fallido intento de golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo en 2022.
La resolución quedó aprobada por el pleno del Congreso con 63 votos a favor, 34 en contra y un par de abstenciones. Ello tras un acalorado debate que puso en evidencia la profunda fractura política en la nación andina. El voto a favor fue un acto de fuerza de los bloques conservadores y de derecha que dominan la legislatura unicameral.
Para el gobierno de Perú, la crisis estalló cuando la exprimera ministra, Betssy Chávez, quien enfrenta un juicio por su participación en el intento de Castillo de disolver el Congreso en diciembre de 2022, buscó y obtuvo asilo político en la embajada de México, en Lima, el pasado lunes 3 de noviembre. Perú considera que la medida de México es una intromisión directa en su sistema judicial y una ofensa a su democracia.
No obstante, la fricción se venía gestando desde hace meses. La moción para declarar a Sheinbaum Pardo “Persona non grata” se presentó inicialmente en septiembre, fundamentada en las reiteradas declaraciones de la mandataria mexicana, y las de su predecesor, en las que se manifestaba su solidaridad con Pedro Castillo y se refería a él como el “legítimo presidente” de Perú.
En el debate parlamentario, la congresista María del Carmen Alva, de Acción Popular, sostuvo que el anuncio de asilo para Chávez tensó aún más la situacíon. “¿Eso es solidaridad? No. Eso es encubrimiento, es interferir abiertamente en un proceso judicial peruano y desconocer el principio de no intervención que rige las relaciones entre ambos estados”, argumentó Alva durante la sesión.
México considera que la reacción es desproporcionada. La presidenta, Claudia Sheinbaum, se refirió a la decisión peruana de romper relaciones como una medida que “está fuera de toda proporción”, reafirmando su derecho a otorgar asilo por razones humanitarias según las convenciones internacionales.
Este enfrentamiento diplomático ocurre en un contexto de extrema fragilidad política interna en Perú. El presidente José Jerí, quien asumió el cargo recientemente, sobrevivió por poco a una moción de destitución hace menos de un mes, en medio de un clima social convulso marcado por protestas y una creciente inseguridad.
La decisión deja en un limbo la situación de Betssy Chávez. Aunque México le concedió asilo político, Perú aún debe decidir si le otorga el salvoconducto para que pueda abandonar el territorio nacional hacia México, un escenario que, dadas las circunstancias, parece improbable en el corto plazo, manteniendo a la exfuncionaria confinada dentro de la sede diplomática de México en Lima.
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Esta ruptura marca uno de los puntos más críticos en la historia de las relaciones entre Perú y México, dos naciones que tradicionalmente han mantenido lazos cordiales. Y refleja cómo las crisis políticas domésticas pueden reverberar con fuerza en la arena internacional, aislando a los gobiernos y endureciendo sus posturas.