Aunque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha insistido en no aumentar el gasto público para atender la crisis sanitaria y económica provocada por el Covid-19 y con ello evitar el aumento de la deuda, está podría incrementarse debido a mayores requerimientos financieros para compensar la caída de los ingresos.
Si no se estimula la demanda agregada con gasto publico, la deuda de todos modos aumentaría sin que esto apoye a superar la crisis sanitaria y económica que se vive en el país, advierte el Centro de Investigaciones Económica y Presupuestaria (CIEP).
Una investigación del CIEP dirigida por Carlos Vázquez Vidal, advierte que esta crisis provocará que el saldo histórico de la deuda se incrementará en 15% real, respecto al saldo de 2019.
“La deuda se está incrementando aunque no se incremente el gasto publico y sin que se vea reflejado en mejores condiciones tanto para los hogares vulnerables por la crisis de Covid-19, así como la reactivación económica.
(Si se incrementa el gasto público) no estamos viendo un escenario complicado en términos de deuda publica ni que se vea insostenible, que estos son dos de la cuestiones que se estudia o analiza cuando un gobierno recurre al endeudamiento, no se pone en riesgo la sostenibilidad fiscal, esto también fortalecería al dólar y ayudaría que el saldo de la deuda externa no se incremente en la misma proporción si no haces nada”, explicó Vázquez Vidal en entrevista con Forbes México.
Este aumento del saldo de la deuda se deberá a la caída de los ingresos presupuestarios, la depreciación del peso y el aumento de costo en las transacciones de la deuda.
El texto explica que la disminución de los ingresos que recauda el sector público por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) Sean de aproximadamente 317,775 millones de pesos debido al paro en las actividades no esenciales y la disminución de los bienes y servicios que se importan del extranjero.
Por ello, para cubrir el gasto público que se destina al pago de programas sociales, salarios de trabajadores públicos e infraestructura, además de las aportaciones a los estados, el gobierno de López Obrador requerirá un financiamiento de aproximadamente 93,200 millones de pesos, que significa un deficit primario de -0.4%.
El impacto de la depreciación del peso y el aumento del costo en las transacciones de la deuda estarían calificadas como factores indirectos en el aumento del saldo de la deuda del país.
En ese sentido, el CIEP propone que se aplique una política fiscal contracíclica que estimule la recuperación de la recuperación económica y con ello evitar que la disminución del gasto derívese n la caída de la inversión y el aumento del desempleo.