Crimen Organizado
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Un operativo del FBI, a nivel nacional, contra una red de apuestas ilegales, dejó más de 30 detenidos, en 11 estados de Estados Unidos. El caso vincula directamente a la mafia italiana… y, de paso, también “salpicó” a la NBA. Entre los detenidos, está jugador del Miami Heat, Terry Rozier, así como también el entrenador de los Portland Trail Blazers, Chauncey Billups. Ello por su presunta participación en esquemas de apuestas ilegales y partidas de póquer amañadas con vínculos con la mafia siciliana.
Los arrestos, revelados por el director del FBI, Kash Patel, sacan a la luz una sofisticada trama en la que la tecnología de espionaje y la información privilegiada se emplearon para defraudar con millones de dólares a víctimas y a las ligas deportivas.
“La magnitud del fraude es alucinante”, declaró el Patel, describiendo una amplia gama de delitos que incluyen estafa informática, extorsión y blanqueo de capitales. “No sólo desmantelamos el fraude que estos delincuentes cometieron en el gran escenario de la NBA. Además iniciamos acciones judiciales contra la Cosa Nostra, incluyendo a las familias neoyorkinas delictivas Bonanno, Gambino, Genovese y Lucchese”.
Las investigaciones, bautizadas con nombres en clave sacados del mundo del juego, pintan un cuadro de dos operaciones distintas, pero emblemáticas, de la penetración del crimen organizado en el deporte profesional.
En el primer caso, denominado “Operación Nothing But Net” (Operación Sólo Red), arrestaron al jugador en activo de los Miami Heat, Terry Rozier y otras cinco personas. Los fiscales calificaron este hecho como una de las “tramas más descaradas de corrupción deportiva” en la historia del país.
Joseph Nocella Jr., el fiscal federal a cargo del caso, afirmó que la investigación se centraba en “una conspiración interna de apuestas deportivas que explotó información confidencial sobre jugadores y equipos de la NBA”. Según los cargos, los acusados utilizaban datos internos —como el estado físico de los jugadores o decisiones estratégicas no públicas— para realizar apuestas de alto valor sobre aspectos específicos del juego. Por ejemplo, el momento exacto en que un jugador entraría o saldría de la cancha.
Dicho esquema, que se prolongó durante años, generó ganancias ilegales que posteriormente “blanquearon” a través de plataformas entre particulares, transferencias bancarias y simples intercambios de dinero en efectivo, detalló el fiscal Joseph Nocella Jr. El caso guarda una estrecha relación con la investigación en curso sobre Jontay Porter, otro jugador de la NBA arrestado a principios de año por un escándalo similar de apuestas.
La segunda investigación, “Operación Royal Flush” (Operación Escalera Real), reveló un nivel de elaboración que parece sacado de una película de espías. En ésta, arrestaron a 31 personas, entre las que estaba Chauncey Billups, actual entrenador de los Portland Trail Blazers, y el exjugador Damon Jones.
De acuerdo con los documentos judiciales, las familias de la mafia organizaban lujosas partidas de póquer de alto riesgo… amañadas sistemáticamente. Empleaban una tecnología sofisticada para estafar a los participantes: mesas equipadas con rayos X para leer las cartas de los oponentes, gafas especiales para ver marcas invisibles, lectores de fichas de casino y máquinas manipuladas para repartir cartas específicas a jugadores cómplices.
Las autoridades afirmaron que esta red criminal se valía de atletas y exatletas profesionales, como Chauncey Billups o Damon Jones, como “cebos de lujo” para atraer a empresarios adinerados y otras víctimas con alto poder adquisitivo a estas partidas. El objetivo: despojar a las víctimas de su dinero.
Los anuncios de este jueves envían un doble mensaje. Para la NBA, que lucha por mantener la integridad de su deporte frente al auge de las apuestas legales, supone un golpe significativo a su credibilidad, demostrando cómo la información interna puede ser explotada incluso por quienes están dentro del mismo ecosistema
Para el crimen organizado, el mensaje del director del FBI fue claro: las metodologías tradicionales de la mafia para infiltrarse en el deporte y el juego hallaron una respuesta contundente por parte de las agencias federales. La operación no sólo apunta a los ejecutores en la cancha o en la mesa de póquer, sino que también a las estructuras de poder que los financian y controlan desde las sombras.
En la red social X, Kash Patel, confirmó el desmantelamiento de la red de apuestas vinculada a “La Cosa Nostra”, es decir, la mafia siciliana. Ésta pertenece a uno de los cuatro grupos criminales activos en Italia. Y, en Estados Unidos, se les vincula con delitos narcotráfico y lavado de dinero. Así como juegos de azar ilegales, corrupción política, extorsión laboral, secuestros, fraudes, falsificaciones, asesinatos, tráfico de armas, entre otros.
“Hoy el FBI desmanteló una red de apuestas multimillonaria vinculada a La Cosa Nostra. La cual incluía a jugadores y entrenadores actuales y anteriores de la NBA. Así como un plan interno para manipular los resultados de las apuestas deportivas con fines de lucro. El fraude, la corrupción y el blanqueo de capitales tienen consecuencias. Seguimos el rastro del dinero, y la ley nos alcanzó”. Resaltó Kash Patel.
El director del FBI informó que el operativo, a nivel nacional, surgió a raíz de dos acusaciones formales contra más de 30 acusados. Ello por su presunta participación en dos esquemas separados de póquer ilegal y apuestas deportivas manipuladas.
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A través de un comunicado, la NBA informó que, tanto Terry Rozier, como Chauncey Billups, serán suspendidos de sus equipos (Miami Heat y Portland Trail Blazers, respectivamente) de manera inmediata. “Seguiremos cooperando con las autoridades pertinentes. Nos tomamos estas acusaciones con la máxima seriedad, y la integridad de nuestro deporte sigue siendo nuestra máxima prioridad”, declaró la NBA.