Ayotzinapa
Crimen Organizado
Hidalgo
En un avance significativo para uno de los crímenes más infames de México, autoridades federales detuvieron a Juan Miguel “N”, alias “Pajarraco”, un presunto alto mando del cártel Guerreros Unidos, quien, por cierto, está vinculado a la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en septiembre de 2014.
El arresto marca un momento clave en una investigación de una década, enturbiada por obstrucción sistémica, confesiones forzadas y acusaciones de colusión estatal. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), encabezada por Omar García Harfuch, la operación es resultado de meses de inteligencia, culminando en un operativo en una calle residencial del centro del municipio.
Con base en una orden federal, un grupo de trabajo conjunto —integrado por la SSPC, la Fiscalía General de la República (FGR) y fuerzas militares— cercó al sospechoso en la calle Ernesto Viveros Oriente. La SSPC añadió que el detenido enfrenta acusaciones por delincuencia organizada y desaparición forzada, delitos vinculados directamente con la desaparición de los normalistas ocurrida en septiembre de 2014.
Las autoridades federales reiteraron que “Pajarraco” forma parte del entramado criminal de Guerreros Unidos, organización que, de acuerdo con diversas investigaciones oficiales, desempeñó un papel central en los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. En aquél entonces, estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” se dirigían a la Ciudad de México para acudir a la conmemoración del 2 de octubre, cuando los interceptaron, levantaron y desaparecieron.
A uno de los personajes más polémicos del caso, el exalcalde de Iguala José Luis Abarca, lo detuvieron semanas después del incidente. Y lo acusaron de varios delitos, entre ellos desaparición forzada y homicidio. No obstante, el pasado 3 de junio quedó absuelto por el delito de secuestro relacionado con los 43 estudiantes, decisión judicial que generó nuevas críticas sobre la procuración de justicia en el país.
Pese a ello, Abarca continúa en prisión por otros cargos. En 2023 lo sentenciaron a 92 años y seis meses por el secuestro de seis activistas, entre ellos Arturo Hernández Cardona, líder de la Unión Popular Emiliano Zapata.
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La reciente detención de Pajarraco representa un nuevo capítulo en un expediente marcado por omisiones, complicidades y la persistente exigencia de justicia por parte de las familias de los desaparecidos.