Kansas City Chiefs
Philadelphia Eagles
Super Bowl LIX
Las Philadelphia Eagles demostraron, en Nueva Orleans, la solidez de un equipo que sabe defender su identidad competitiva durante el Super Bowl LIX. Las cámaras de televisión captaron el momento en que Jalen Hurts, quarterback de las Águilas, arengó a su equipo al ver a Patrick Mahomes, el bicampeón de Kansas City, entrar al imponente estadio Caesars Superdome de New Orleans, en Louisiana, para comenzar su rutina de calentamiento. “Esto es lo que hemos hecho todo el año. No se detengan ahora”, gritó Hurts, seguro de que en el fútbol americano las jugadas individuales pueden ganar partidos; pero únicamente las defensas sólidas construyen campeonatos.
Dicha filosofía llevó a las Philadelphia Eagles a coronarse en el Super Bowl LIX, derrotando a Mahomes y a los Kansas City Chiefs, quienes llegaron al máximo evento deportivo como favoritos, con un contundente marcador de 40-22.
La afición de Filadelfia se hizo presente para animar a sus jugadores, motivándolos e inspirándolos en todo momento. Por su parte, el equipo no flaqueó y sacó lo mejor de sí en cada momento. El receptor de las Águilas, A. J. Brown, se lució al anotar un touchdown y acumular más de 30 yardas durante los cuatro cuartos. Por su puesto, su esfuerzo estuvo complementado por la sólida defensa, que trabajaron como un verdadero equipo que controló a la ofensiva de Kansas City.
Un punto clave del partido fue aquel gol de campo de 48 yardas anotado por Jake Elliott, el cual se fue complementando con las intercepciones y capturas en contra de Kansas City. Tales errores de los Jefes comenzaron a hacer la diferencia, decantando el marcador para las Águilas.
Muchos consideraron que esta no fue la noche para Patrick Mahomes, el aclamado quarterback de Kansas City, quien buscaba coronarse en el Super Bowl LIX. El público, los televidentes e incluso comentaristas, no daban crédito a como el equipo que llegó como favorito al evento, comenzaba a resquebrajarse. Poco a poco comenzaron a ceder terreno a las Águilas y, por lo tanto, se derrumbó el deseo de los Kansas City Chiefs de conseguir el ansiado tricampeonato.
Cabe destacar que la estrategia implementada por las Águilas de Filadelfia en este partido fue la ideal. Entraron al campo de juego y tanto los jugadores, como el entrenador, Andy Reid, no dudaron en hacerle frente directamente a los Chiefs, sin mostrarles ningún temor o debilidad, seguridad que les funcionó.
Mahomes cayó en poder de Las Águilas en tres ocasiones. Cooper DeJean capturó un pase del quarterback, para luego regresar el balón a la zona de anotación. En otro momento, los disparos de Mahomes fueron interceptados por el linebacker Zack Baun, dejando claro que no estaba siendo la gran noche para el jugador estrella de los Jefes.
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Otro de los momentos clave del juego fue cuando el quarterback de las Águilas, Jalen Alexander Hurts, lanzó un misil recibido por DeVonta Smith, un pase de anotación de 46 yardas que, sin duda, cimbró al estadio por el festejo de la afición.
Ya para finales del tercer cuarto del partido, el partido reflejaba un sólido 34-0 para las Águilas, un panorama que veía complicada una remontada, a pesar de los esfuerzos de Xavier Worthy y DeAndre Hopkins. Finalmente, el partido terminó con un marcador de 40-22, siendo una inesperada caída para Kansas y una victoria contundente para Philadelphia.