MTV
En un movimiento que sella el final de una época en la cultura popular, Paramount Global anunció este martes que desconectará permanentemente cinco de sus canales musicales de MTV —MTV Music, MTV 80s, MTV 90s, Club MTV y MTV Live— el 31 de diciembre de 2025. La medida, que afectará inicialmente a las señales en el Reino Unido e Irlanda antes de expandirse a mercados como Alemania, Australia y Brasil, representa la desaparición de los últimos bastiones de programación musical continua de la cadena que una vez revolucionó la industria.
El canal principal de MTV permanecerá en el aire; pero su programación se dedicará exclusivamente a reality shows como “Teen Mom” y “Geordie Shore”. Con ello se consolida una transición que comenzó hace más de una década. Y se aleja definitivamente del formato de música las 24 horas que la hizo famosa.
El anuncio llega en el marco de los recortes de costos asociados a la fusión entre Paramount Global y Skydance Media; pero trasciende lo financiero. Este apagón simboliza el ocaso definitivo del modelo de descubrimiento musical colectivo y televisado, un concepto donde MTV fue pionero y que las plataformas digitales volvieron obsoleto.
Desde su lanzamiento en 1981 —con el visionario video “Video Killed The Radio Star” de The Buggles—, MTV ejerció una influencia sin precedentes. La cadena no sólo mostró videos; los elevó a una forma de arte, catapultando carreras y definiendo movimientos culturales. Fue el escenario del estreno mundial del mini-thriller “Thriller” de Michael Jackson, la plataforma desde donde David Bowie desafió abiertamente la falta de diversidad racial en la programación. Y el megáfono que amplificó el estruendo grunge de Nirvana con “Smells Like Teen Spirit”.
En Europa, donde llegó en 1987, su impacto resultó igual de profundo. Su programa “MTV Unplugged” generó algunas de las actuaciones más memorables de la historia reciente, desde la sesión cruda y visceral de Nirvana, hasta la elegante interpretación de Eric Clapton, demostrando que la televisión podía ofrecer una intimidad musical hasta entonces reservada para los conciertos en vivo.
No obstante, la revolución digital que MTV ayudó a predecir terminó por desplazarla. La llegada de YouTube a mediados de los 2000, seguida por el auge de servicios de streaming como Spotify y la cultura del clip instantáneo en TikTok, transformaron radicalmente los hábitos de consumo. Los espectadores ya no necesitaban esperar a que un programador decidiera qué video poner; podían elegir cualquier canción, en cualquier momento. En 2011, el canal principal de MTV cedió finalmente, relegando los videos musicales a sus canales secundarios y abrazando por completo el formato de reality show.
La paradoja es cruel: MTV creó un apetito por el contenido musical visual que la televisión lineal ya no puede satisfacer. Ahora, las nuevas generaciones “no ven la tele” para descubrir música; lo hacen a través de algoritmos y comunidades en línea. Estos canales nicho eran el último suspiro de un modelo de negocio extinto.
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Aunque la marca MTV sobrevivirá a través de sus plataformas digitales y sus galardones anuales —los Video Music Awards y los Europe Music Awards—, el apagón de sus canales musicales especializados representa la desconexión final de su alma original. Es el último acorde de la sinfonía que, durante más de cuatro décadas, sirvió como banda sonora y espejo de la juventud global.