¡Buenas noticias para los gamers mexicanos! La presidenta, Claudia Sheinbaum frenó el impuesto a videojuegos en el país. Los legisladores avalaron la propuesta que ponía 8 % de impuesto a videojuegos violentos, un tema controvertido, sin duda. Pero, ¿os videojuegos realmente generan violencia? De acuerdo con investigaciones recientes, no. De hecho, un estudio de la Universidad de Oxford, realizado por el director de investigación del Instituto de Internet de Oxford, Andrew Przybylski, concluyó que los videojuegos no generan un comportamiento agresivo en la vida real de los jóvenes.
“Los videojuegos violentos no están asociados con la agresión adolescente: Los investigadores de la Universidad de Oxford no han encontrado relación entre el comportamiento agresivo en los adolescentes y la cantidad de tiempo dedicado a jugar videojuegos violentos”. Dijo.
De hecho, en una investigación más reciente, realizada durante el confinamiento por COVID-19, la Universidad de Oxford señaló que jugar videojuegos incluso puede ser benéfico para el bienestar de las personas.
“El estudio sugiere que las experiencias de competencia y conexión social a través del juego pueden contribuir al bienestar de las personas. De hecho, quienes disfrutaban jugando eran más propensos a reportar un bienestar positivo”. Indicaron.
Andrew Przybylski indicó que los hallazgos de la investigación demuestran que los videojuegos “no son necesariamente perjudiciales para la salud; existen otros factores psicológicos que influyen significativamente en el bienestar de las personas”. Añadió que, incluso, jugar videojuegos puede ser una actividad que se relaciona positivamente con la salud mental. Y la regulación de los videojuegos podría privar a los jugadores de tales beneficios.
Por su parte, el Dr. Benjamin Burroughs, especialista en tecnología y profesor de medios emergentes en la Universidad de Nevada, indicó que “no hay un vínculo directo entre los videojuegos y la violencia armada, ni siquiera hablando de videojuegos particularmente violentos o de guerra”. Y resaltó que incluso cuando muchos jugadores llegan a enojarse al perder en una partida, “el sentimiento por sí sólo nunca conlleva a consecuencias masivas”.
En octubre pasado, como parte de la Ley de Ingresos para el 2026, los senadores mexicanos aprobaron poner un impuesto del 8 por ciento a los “videojuegos violentos”. Aseveraron que dicha acción “no era con fines recaudatorios”, sino por la presunta correlación entre los videojuegos y la conducta violenta en los jóvenes. No obstante, los estudios revelan que no hay evidencia que demuestre fehacientemente que jugar videojuegos sea factor de una conducta violenta en la vida real.
La inclusión en el paquete fiscal de imponer un impuesto a los videojuegos causó controversia de inmediato. Incluso la diputada emeceista, Iraís Reyes de la Torre, se opuso a esa iniciativa y se sumó a los gamers en contra del impuesto.
Ahora, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, retomó el tema del impuesto a videojuegos, confirmando que, finalmente, “no se aplicará”, debido a la complejidad de determinar qué videojuego es violento y cuál no.
“Ya no se va a cobrar ese impuesto [a videojuegos], voy a explicar por qué. Es muy difícil, yo había pedido que se quitara el impuesto sobre videojuegos y, al final, no se quitó de la Ley de Ingresos… y se quedó. Es muy difícil distinguir entre un videojuego que tiene violencia y uno que no. Entonces, ¿cómo le vas a poner un impuesto? ¿Quién va a determinar esa circunstancia?”. Explicó Sheinbaum Pardo.
La jefa del Ejecutivo federal añadió que tomaron la decisión de no cobrar el impuesto a videojuegos. Y, en su lugar, hacer campañas destinadas a jóvenes y adolescentes sobre a dónde puede llevar ese tipo de juegos.
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“Muchos de ellos [videojuegos] son en línea y generan una adicción al videojuego; cuestan dinero y, además, promueven conductas de violencia. Entonces decidimos mejor que el tema de los impuestos se quite porque tiene muchas complicaciones y realmente que haya una campaña orientada a la construcción de la paz, que es la campaña de “Por la paz y contra las adicciones”. Añadió la presidenta.