México tendrá este año una de las cinco contracciones económicas más agudas entre los 36 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y del G-20 al completar una caída de 9.2 por ciento.
Expertos de la Organización previeron en su actualización final del Panorama Económico, que el desplome del PIB mexicano en este año de la crisis por la pandemia, será menos profundo que el previsto para España (-11.6%); Reino Unido (-11.2%); Grecia (-10%); India (-9.9%) y Sudráfrica (-11.5 por ciento).
El pronóstico revisado del PIB para México, que está debajo del 7.6% que previeron ellos mismos en mayo, será resultado de la persistente pandemia del Covid-19 en el país, su impacto en las medidas de distanciamiento social, la destrucción del empleo resultante, el aumento de la informalidad y el evidente incremento de la pobreza en el país.
El pronóstico revisado por la OCDE para México, incorpora una corrección desde el -10.5 previsto en septiembre por ellos mismos. Al comparar el pronóstico actualizado de la entidad para México con el de los demás organismos internacionales, queda ligeramente debajo de la previsión más reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) que está en 9%; lejos del que tiene Banco Mundial en -10 por ciento. Y todas las estimaciones de los organismos internacionales son más pesimistas de la que tiene Banco de México, quien en su versión más reciente del Informe Trimestral, ajustó la caída a 8.9 por ciento.
En el apartado para México, los expertos de la OCDE destacaron que el crecimiento económico vendrá impulsado por las exportaciones, sobre todo de las empresas manufactureras integradas a las cadenas mundiales de valor.
Anticipan que el consumo privado se recuperará “ligeramente ayudado por la robustez de las remesas, la lenta mejora del mercado laboral y la mejora de la confianza a medida que una vacuna efectiva sea distribuida”.
Recomendaron que las políticas macro fomenten la recuperación pese a reconocer el limitado margen fiscal, y sostuvieron que “la gravedad de la recesión justifica que se intensifique el apoyo proporcionado por la política fiscal”.
En la actualización, divulgada desde la sede de la OCDE, en Paris, previeron para Estados Unidos, una caída de 3.8% para este año y una recuperación de 3.2% para 2021, y de 3.5% para el año entrante.
Mientras para China, la segunda economía del mundo y donde se originó el virus y cierre de la actividad, la ven como el único país del G-20 que registrará una tasa positiva este año de 1.8% y una recuperación de 8% para 2021 y de 4.3 para 2022.
De acuerdo con el documento, entre los países BRIC, que son los emergentes de mayor desarrollo, anticipa una caída de 6% para Brasil; -7.3%; -9.9% para India y el PIB positivo en 1.8% para China.
En el documento, que es el último conducido bajo la responsabilidad de José Ángel Gurría como Secretario General de la OCDE, advierten del riesgo de que se presente otro choque radical en el mundo porque no llegan las vacunas a la brevedad, o si la producción no alcanzan para inmunizar a una amplia población.
Esto genera incertidumbre en las previsiones de recuperación.
Ahí mismo, en una nota temática, ponen de relieve que existe riesgo de insolvencia y sobreendeudamiento empresarial tras el brote de Covid-19.
Advierten ahí que si no se otorga un apoyo a las empresas para que limiten el sobrendeudamiento, se podría desacelerar la velocidad de la recuperación.
En el documento, los expertos de la OCDE destacaron que hicieron un ejercicio contable basado en una muestra de un millón de empresas ubicadas en la Unión Europea, donde evaluaron la disminución del beneficio neto de un año, asociada al capital y a los índices de desapalancamiento.
Encontraron que los niveles más altos de deuda corporativa requieren que las empresas reduzcan la inversión después de las crisis económicas, lo que ralentiza la velocidad de la recuperación.