Oro
Este martes, el precio del oro continuó su imparable ascenso, alcanzando récords al rozar los 3,040 dólares por onza. Con ello se consolida como un “refugio seguro” para los inversores en un contexto marcado por tensiones geopolíticas, incertidumbre comercial y preocupaciones económicas.
A las 14:31 horas (13:31 GMT), el metal precioso tocó un máximo histórico de 3,038.33 dólares, un 1.26 por ciento por encima del cierre del lunes (3,000.6 dólares). Aunque posteriormente moderó ligeramente su avance, a las 18:35 horas (17:35 GMT) el oro cotizaba a 3,030.82 dólares, manteniendo una subida del 1.01 por ciento respecto al día anterior.
Este repunte sigue a un hito alcanzado el pasado viernes, cuando el oro superó por primera vez la barrera psicológica de los 3,000 dólares por onza durante la sesión.
El oro reforzó su papel tradicional como activo refugio en medio de un panorama global cada vez más incierto. Las tensiones geopolíticas se intensificaron tras el fin de una tregua de dos meses en Gaza, con nuevos ataques de Israel contra objetivos de Hamás. Además, los mercados están atentos a la reunión telefónica entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, quienes buscan negociar un alto el fuego en Ucrania.
A lo anterior se le suma la persistente incertidumbre en torno a la guerra comercial iniciada por Estados Unidos. La cual generó temores de una posible recesión en la economía más grande del mundo.
Diego Franzin, director de estrategias de cartera en Plenisfer Investments, parte de Generali Investments, señaló que el oro está desempeñando un papel “aún más importante” en la protección de las inversiones en este clima de incertidumbre. “El oro contribuye a estabilizar las carteras frente a posibles nuevas oleadas de inflación y volatilidad en los mercados”, explicó.
Franzin destacó que, a pesar del aumento en los rendimientos de los bonos estadounidenses y el fortalecimiento del dólar (factores que tradicionalmente ejercen presión a la baja sobre el oro), el metal precioso mantiene una trayectoria alcista constante. Esto sugiere, según el experto, un cambio estructural en las condiciones fundamentales del mercado del oro, impulsado por factores que probablemente persistirán en el futuro cercano.
El oro ganó un lugar cada vez más prominente en las carteras de los inversores, una tendencia que, según Franzin, no se revertirá en el corto plazo. “Como activo refugio por excelencia, el oro seguirá viéndose respaldado por la incertidumbre geopolítica, las tensiones comerciales y los desequilibrios fiscales, especialmente en Estados Unidos”, afirmó. Además, la demanda de los bancos centrales, que aumentaron sus reservas de oro en los últimos años, sigue siendo un factor clave que sostiene los precios.
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Por su parte, los analistas anticipan que el oro mantendrá su fortaleza durante el resto del año, respaldado por un entorno global volátil y la necesidad de los inversores de protegerse contra riesgos económicos y políticos. A medida que las tensiones comerciales y geopolíticas continúan, el metal precioso se perfila como una opción segura en un mundo cada vez más impredecible.
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