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John F. Kennedy
Magnicidio
Tal como indicó previamente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el pasado martes 18 de marzo de 2025, los Archivos Nacionales de Estados Unidos hicieron públicos más de mil 100 documentos relacionados con el asesinato del presidente Kennedy en 1963. Se trata de un magnicidio que generó teorías conspirativas durante décadas.
La publicación es parte de un esfuerzo más amplio para desclasificar alrededor de 80 mil archivos, tal como lo señaló Trump desde el lunes. Sin embargo, la mayoría de los documentos aún no están disponibles en línea, aunque se espera que se publiquen en los próximos días.
Sobre lo anterior, Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional, publicó en un comunicado que el resto de los archivos ya se desclasificaron; pero aún no se han subido a la plataforma digital de los Archivos Nacionales. Trump aseguró que los documentos estarían completos, sin redacciones ni omisiones, lo cual permitirá a los investigadores y al público acceder a su contenido íntegro.
Aunque los expertos aún analizan los archivos recién publicados, se anticipa que es poco probable que contengan revelaciones explosivas que alteren la narrativa oficial del asesinato. Gran parte de los documentos ya disponibles incluyen informes de inteligencia sin procesar, como seguimientos del FBI que no llevaron a conclusiones significativas. Entre los detalles conocidos se encuentran los planes de la CIA, obsesionada con el comunismo durante la Guerra Fría, para asesinar al líder cubano Fidel Castro.
La desclasificación responde a una orden ejecutiva firmada por Trump a principios de su mandato, en la que instó al FBI a localizar y publicar miles de documentos adicionales relacionados con el asesinato de Kennedy y con los homicidios de su hermano, Robert F. Kennedy, y del líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr., ambos ocurridos en 1968.
A John F. Kennedy le arrebataron la vida el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas, mientras viajaba en una caravana presidencial. Lee Harvey Oswald, un exinfante de Marina con vínculos con la Unión Soviética, quedó identificado como el único responsable del magnicidio. Dos días después, a Oswald lo asesinó el dueño de clubes nocturnos, Jack Ruby, en la estación de policía de Dallas.
La Comisión Warren, establecida por el entonces presidente Lyndon B. Johnson, concluyó en 1964 que Oswald actuó de manera independiente. Y que no existían evidencias de una conspiración. No obstante, tal conclusión no logra disipar las dudas. Durante décadas, teóricos de la conspiración señalan a diversos actores, desde la Unión Soviética y Cuba hasta la mafia estadounidense e incluso el propio vicepresidente Johnson.
El caso Kennedy inspiró innumerables libros, películas y documentales, entre los que destaca la controvertida cinta JFK (1991), dirigida por Oliver Stone, que sugiere una conspiración de alto nivel. Incluso miembros de la familia Kennedy expresaron dudas sobre la versión oficial. Robert F. Kennedy Jr., sobrino del presidente asesinado y actual secretario de Salud, afirmó en copiosas ocasiones que la CIA estuvo involucrada en el crimen.
Trump, conocido por su afinidad con teorías conspirativas, reservó el bolígrafo con el que firmó la orden de desclasificación para Kennedy Jr., una figura polémica debido a su activismo antivacunas y su distanciamiento de gran parte de su familia.
La publicación de estos documentos cumple con una ley de 1992 que establece que los registros relacionados con asesinatos deben hacerse públicos 25 años después de su creación. Originalmente, todos los archivos debían desclasificarse en 2017; pero Trump, durante su primer mandato, decidió retener algunos por razones de seguridad nacional.
Hasta ahora, los Archivos Nacionales publicaron alrededor de seis millones de documentos, incluyendo fotografías y grabaciones de audio. A mediados de febrero, el FBI anunció que identificó más de dos mil 400 archivos adicionales relacionados con el caso, los cuales serán transferidos para su desclasificación.
Aunque la desclasificación de estos documentos sobre el asesinato de Kennedy es un paso importante hacia la transparencia, es poco probable que ponga fin a las teorías conspirativas que rodean el asesinato de Kennedy. Para muchos, el caso sigue siendo un símbolo de las sombras que acechan en los pasillos del poder, y estos nuevos archivos podrían alimentar más preguntas que respuestas.
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Mientras los expertos continúan examinando los documentos, una cosa es clara: el asesinato de John F. Kennedy se mantiene como uno de los eventos más fascinantes y enigmáticos de la historia estadounidense, un misterio que, incluso después de más de seis décadas, sigue capturando la imaginación del mundo.