Crimen Organizado
Ovidio Guzmán
El Gobierno de México sigue sin recibir respuestas completas sobre qué ocurrió antes, durante y después de la entrega-captura de Joaquín Guzmán López e Ismael “Mayo” Zambada. Y, más allá de ello, el Gobierno norteamericano tampoco ha esclarecido qué ocurrió con Ovidio Guzmán, el otro hijo de “El Chapo”, quien ya no aparece como interno en un penal federal de aquel país.
También conocido como “El Ratón”, Ovidio Guzmán es uno de los hijos más mediáticos de Joaquín Guzmán Loera. Él también fue el causante de los dos “culiacanazos”, el primero en octubre de 2024, provocó una oleada de violencia en la región cuando los militares tenían acorralado a Ovidio. Sin embargo, por órdenes de López Obrador, el hijo de “El Chapo” fue dejado libre, pues el mandatario mexicano prefirió soltarlo para evitar derramamiento de sangre de civiles.
El segundo “culiacanazo” se dio en enero de 2023. En esa ocasión, las autoridades mexicanas sí lograron la captura de Ovidio Guzmán. “El Ratón”, de 34 años, pasó varios meses en la cárcel, para luego, en septiembre, ser extraditado a Estados Unidos para que enfrente la justicia por los crímenes que se le imputan en aquella nación.
Recientemente, la Fiscalía General de la República (FGR), informó que el Gobierno de EE. UU. excarceló a “El Ratón”. Esto, curiosamente, ocurrió un par de días antes de que, de acuerdo con lo declarado, su hermano, Joaquín Guzmán, se entregó a las autoridades de Estados Unidos y, junto con él, se llevó, con engaños, a Ismael “Mayo” Zambada, para entregárselo en bandeja de plata a los norteamericanos.
Hasta el momento, se desconoce si Estados Unidos llegó a un acuerdo con Joaquín Guzmán López para que, a cambio de la liberación de su hermano, Ovidio, les entregara al “Mayo”. O si el buró de prisiones norteamericano cambió a otra cárcel a “El Ratón”. Lo único seguro, es que no hay datos que reflejen el paradero de Ovidio, a más de un mes de que los registros de prisiones lo pusieran como “liberado”.
A través de un comunicado, la FGR informó sobre la investigación de la entrega-captura de Joaquín Guzmán López e Ismael “Mayo” Zambada. Mencionaron que cuentan con “datos probatorios” de una secuencia cronológica que inicia con la excarcelación de Ovidio el 23 de julio de 2024, dos días antes de que, supuestamente, el otro hijo de “El Chapo” secuestró al “Mayo” para entregarlo a Estados Unidos.
Días después, el 9 de agosto, el Ken Salazar, embajador de EE. UU. en México, declaró que a el “Mayo”, lo llevaron contra su voluntad a Estados Unidos. Al siguiente día, el abogado de Zambada, Frank Pérez, declaró los detalles del presunto secuestro del cuál fue víctima su cliente.
El 16 de agosto, el fiscal general de EE. UU. informó a la FGR que el “Mayo” llegó a ese país “contra su voluntad”. Y que se sabía de propuestas de Joaquín Guzmán López para entregarse a las autoridades norteamericanas.
En lo que respecta al avión Beechcraft 200, donde se transportó al “Mayo”, y que el Gobierno de EE. UU. permitió que las autoridades mexicanas la inspección, en territorio norteamericano, se halló que ésta tenía la matrícula N287KA y la serie BB1137; ambas falsas y sobrepuestas en esa aeronave. Ya que los datos de investigación apuntan a que la placa legal de la aeronave es la N44JN y la serie original legal BB191.
Adicionalmente, la FGR consiguió información sobre que la placa original del avión, en 2019, era N200TP. Después, esa a ese avión lo llevaron a Colombia, donde lo dieron de alta con la matrícula colombiana HK4658G. Ya en el 2021, se obtuvo una nueva matrícula en EE. UU., N44JN; ésta última no es coincidente con la que actualmente porta dicha aeronave.
“Como consecuencia de lo expuesto, la vinculación entre la situación y ubicación de Ovidio; la participación de su hermano Joaquín en el presunto secuestro de Ismael “Mayo” Zambada; la violencia con la que se llevó a cabo el mismo; así como las evidentes irregularidades del avión y del vuelo del secuestro; son materia fundamental de la investigación de esta Institución, por los delitos cometidos en México”. Dijo la FGR.
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Agregaron que es indispensable obtener la información respectiva; así como también la identificación y documentación del piloto del avión, cuyo aterrizaje, en Estados Unidos, fue autorizado por las agencias competentes del Gobierno de dicho país. Lo anterior ya se solicitó en un par de ocasiones a través de asistencia jurídica internacional, y tres veces por medio de la INTERPOL. “Hasta el momento no ha habido una respuesta”, externó la FGR.
