Crimen
Guerrero
Tras la detención de Jesús Murillo Karam, ocurrida el pasado 19 de agosto, comienzan a sonar otros nombres que presuntamente podrían estar relacionados con la construcción de la “verdad histórica del caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos”, en Ayotzinapa, Guerrero. Uno de éstos es el de Omar García Harfuch.
En septiembre de 2014, cuando se llevó a cabo la desaparición forzada de los jóvenes normalistas, el actual titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, se desempeñaba como coordinador estatal de la Policía Federal de Guerrero.
Este sábado, el nombre de García Harfuch salió a relucir tras la audiencia inicial del recién detenido, Jesús Murillo Karam, otrora titular de la Procuraduría General de Justicia durante la gestión de Enrique Peña Nieto. En ésta se dijo que el ahora titular de la SSC CDMX participó en las reuniones especiales con altos mandos del gobierno. En dichos cónclaves, se habría “fraguado” la “verdad histórica” del caso de Ayotzinapa declarada por Murillo Karam ante los medios y la sociedad.
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Entre las declaraciones hechas durante la audiencia, se dijo que poco después de que la PGJ atrajera el caso de Ayotzinapa, García Harfuch, en calidad de coordinador estatal de la Policía Federal de Guerrero, participó en un cónclave donde se “preparó” la verdad histórica. Entre otros personajes, en esta presunta reunión, también habría estado presente Tomás Zerón de Lucio. Él fue titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR. Y, además, era el principal investigador en el caso de los estudiantes desaparecidos. Así como José Luis Martínez, otrora delegado de la PGR en Guerrero; Carlos Gómez, exmando de la Policía Federal Ministerial; y Gualberto Ramírez, excoordinador antisecuestros de la SEIDO.
En las reuniones, un grupo de poder en la seguridad de la nación, comenzaron a trazar la resolución del caso. Afirmando que los estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa fueron levantados por integrantes del grupo criminal, Guerreros Unidos. Quienes después trasladaron a los normalistas a un basurero en Cocula, Guerrero, donde presuntamente habrían quemado sus cuerpos para borrar las evidencias del crimen.
A través de redes sociales, el secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX negó la acusación que lo señala como partícipe de una reunión para “fraguar la verdad histórica”. Y fue categórico al solicitar que las autoridades competentes, encargadas la investigación del caso, arresten a los verdaderos autores materiales e intelectuales del crimen ocurrido en 2014 en lugar de “arruinar vidas y reputaciones” de quienes trabajan en beneficio del país.
Finalmente, García Harfuch, en su defensa, destacó que cuando ocurrieron los lamentables hechos, él no estaba en Guerrero. Pues se encontraba en Michoacán, por lo cual no estaba directamente al frente de la Policía Federal en esos momentos.