Grito de Independencia
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Sinaloa
Tal como ocurrió en 2024, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, optó nuevamente por cancelar todas las celebraciones públicas del Grito de Independencia. Ello en medio de una ola de violencia que convirtió a la región en un campo de batalla para facciones criminales en guerra: Los Mayos y los Chapitos. El mandatario sinaloense anunció la decisión en un mensaje difundido este domingo, citando la necesidad de priorizar la seguridad de los ciudadanos frente a una crisis que ha dejado miles de muertos, desaparecidos y una población atrapada en el fuego cruzado.
En un video publicado en redes sociales, Rocha Moya explicó que las festividades del 15 de septiembre se limitarían a un “acto cívico protocolario” con la participación exclusiva de representantes de los poderes del estado y las Fuerzas Armadas.
“Gobernar es un ejercicio de alta responsabilidad que exige que las decisiones que adoptemos tengan como finalidad, invariablemente, asegurar el bienestar, seguridad y los derechos de los sinaloenses”. Comentó Rocha Moya.
El gobernador destacó que, septiembre, “es el mes de la conmemoración de los valores cívicos, que se nutren de nuestro pasado heroico de nuestros próceres”. Y que celebrar a la patria “nos enorgullece y nos identifica como mexicanos. Nuestra fortaleza, como estado y como país, se enraíza en la riqueza de nuestra historia”.
“Como gobernador de Sinaloa, honrando mi deber y responsabilidad de actuar en estricto interés de las familias del estado, decidí que este 15 de septiembre, la celebración de nuestra independencia se limitará únicamente al acto cívico protocolario, con la intervención de los representantes de los poderes del estado y de las fuerzas armadas”. Agregó.
En su discurso, agradeció a los artistas que estaban agendados para dicha festividad. Y apeló a “la comprensión de los sinaloenses” por la cancelación del evento público, al mismo tiempo que les invitó a festejar “en sus hogares”.
La cancelación afectó eventos masivos como la “Noche Mexicana”. La cual incluiría conciertos de artistas como Miguel Bosé, Marisela y El Coyote, quienes estaban contratados para animar las festividades.
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La medida no es aislada. Sinaloa enfrenta una crisis de seguridad desde la captura, en julio de 2024, del “Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, en El Paso, Texas. Su detención —seguida por su declaración de culpabilidad ante una corte federal de Nueva York por narcotráfico—desencadenó una guerra interna entre las facciones de “Los Chapitos” (hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán) y “Los Mayos” (seguidores de Zambada).
De acuerdo con datos del Consejo Estatal de Seguridad Pública, este conflicto suma, aproximadamente, mil 830 homicidios y dos mil 390 desapariciones forzadas desde septiembre de 2024. La violencia se caracteriza por ejecuciones brutales, como el hallazgo de cuerpos decapitados colgados de puentes y ataques con fusiles de asalto en plenas calles de Culiacán.
La población civil lleva meses adaptándose a toques de queda no declarados, cierres de negocios y de escuelas. Las autoridades estatales respondieron con operativos militares y policiales. Entre septiembre de 2024 y 2025, detuvieron a mil 703 personas; aseguraron tres mil 751 armas; e incautaron toneladas de drogas y precursores químicos, incluidos mil 608 toneladas de sustancias para fabricar metanfetaminas. Además, desmantelaron mil 207 almacenes clandestinos y 227 laboratorios de drogas sintéticas.
La cancelación de las festividades patrias refleja la profundidad de la crisis. A pesar de los golpes militares —como la destrucción de plantíos de marihuana y amapola, y la incautación de cargamentos de drogas— el cártel de Sinaloa mantiene una operación diversificada que incluye tráfico de drogas, extorsión y juegos ilegales.
La fragmentación del poder hizo que la violencia sea más impredecible y difícil de controlar. Y, por ahora, Sinaloa enfrenta un futuro donde la independencia se conmemora en silencio, lejos de las plazas públicas que alguna vez fueron sinónimo de festividad.