Accidente
Iztapalapa
La Secretaría de Salud de la Ciudad de México confirmó recientemente el lamentable fallecimiento de Tiffany Odette Cano González, de 17 años, tras permanecer hospitalizada por más de un mes. Ello debido las graves lesiones que sufrió a la explosión de una pipa de gas ocurrida el pasado 10 de septiembre en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa.
Con su muerte, registrada el 21 de octubre, la tragedia ya suma 32 víctimas fatales, según el informe oficial de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México. Su deceso rompe un periodo de casi tres semanas sin fallecimientos asociados a este incidente.
La Secretaría extendió un mensaje de condolencias a los familiares de la joven, al tiempo que precisó que, al corte más reciente, 47 ya recibieron el alta médica y otras cinco más aún se encentran hospitalizadas. Ellos son:
El caso de Tiffany encapsula la dimensión humana de la tragedia. Aquel fatídico día, la joven viajaba junto a su hijo de año y medio, Isaí Santiago Ramírez Cano (quien aún está bajo cuidados médicos). Así como también la acompañaba su padre, Misael Cano Rodríguez, empleado del área de Imagen Urbana de la alcaldía Iztapalapa, quien murió en el acto a causa de la explosión.
La ausencia de Misael Cano en las listas oficiales de heridos iniciales sumió a la familia en una angustiosa búsqueda. Sus allegados, entre ellos Sandra Cano González, impulsaron una campaña en redes sociales para localizarlo. La confirmación de su deceso llegó tras horas de incertidumbre, como relató públicamente su sobrina, Paola Cano.
A Tiffany y a su pequeño hijo los ubicaron posteriormente en distintos centros hospitalarios. La joven, en ese momento, presentaba quemaduras en, por lo menos, 60 por ciento de su cuerpo.
El siniestro, desencadenado tras el volcamiento de una pipa que transportaba aproximadamente 50 mil litros de combustible —lo que provocó una masiva fuga de gas—, permanece bajo investigación por parte de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente. Las autoridades señalaron como posibles causas primarias el exceso de velocidad y la pérdida de control del pesado vehículo.
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Entre los cinco pacientes que aún permanecen hospitalizados está el pequeño hijo de Tiffany, Isaí Santiago Ramírez Cano. Así como Jazlyn Azyulet Carrillo Matías, una menor que fue trasladada al hospital Shriners for Children en Galveston, Texas, gracias a la gestión de la Fundación Michou y Mau, organización especializada en la atención de niños quemados.
