Vaticano
Este miércoles 28 de diciembre de 2022, el papa Francisco, de origen argentino, confirmó a través de redes sociales que la salud del papa emérito, Benedicto XVI, ha decaído. Por tal motivo, el actual pontífice pidió a todos los fieles que “oren juntos” por la salud del otrora pontífice.
“Oremos juntos por el papa emérito Benedicto XVI, que en el silencio sigue rezando por la Iglesia. Pidamos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final”. Publicó el papa Francisco.
Adicionalmente, el papa Francisco también hizo el mismo llamado a las oraciones para Benedicto XVI, al finalizar la audiencia general en el Vaticano de este miércoles.
En abril de 2005, Joseph Aloisius Ratzinger, de origen alemán, fue elegido por los cardenales como el papa número 265 de la iglesia católica. Esto tras el fallecimiento de Juan Pablo II. Sin embargo, tras casi ocho años de papado, Ratzinger anunció su decisión de dimitir del título, por lo que fue nombrado papa emérito. Título que ostentan tras haber renunciado, de libre voluntad, al ministerio papal.
La renuncia de Benedicto XVI al frente de la iglesia católica llegó de improviso y causó sorpresa a nivel mundial. Joseph Ratzinger se convirtió entonces en el primer Papa en renunciar a tan importante cargo. En aquel momento contaba con 85 años y, desde entonces, ya presentaba problemas de salud, siendo parte de los motivos por los que decidió dimitir.
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“Después de examinar reiteradamente mi conciencia ante Dios, decidí que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer correctamente el ministerio petrino”, dijo Benedicto XVI su discurso de renuncia.
Por su parte, Matteo Bruni, director de prensa de la Santa Sede, también confirmó que, durante las últimas horas, la salud de Benedicto XVI se ha ido deteriorando por razones de edad avanzada. “La situación, por ahora, está controlada, bajo supervisión permanente de los médicos”, dijo.
De acuerdo con las palabras del propio Joseph Ratzinger, su dimisión obedeció únicamente a que su salud decaía cada vez más. Desmintiendo los dichos sobre que habría sido por los escándalos que ocurrieron durante su presencia al frente del Vaticano.