Elio, la más reciente película del renombrado estudio de animación, Pixar, está teniendo serios problemas en la taquilla internacional. En Estados Unidos y Canadá, apenas suma casi 21 millones de dólares; mientras que, en la taquilla internacional, lleva poco más de 14 mdd y, en total, a nivel global, apenas y roza los no-tan-espectaculares 35 mdd, considerando la fama y popularidad que han generado producciones previas de Pixar.
Con lo anterior, esta película, estrenada en cines el pasado fin de semana a nivel global, ya se posiciona como uno de los peores debuts en la taquilla en la historia del popular estudio de animación. Para dar un ejemplo, el contraste es brutal frente al éxito de Intensamente 2 (2024), que recaudó 154 millones en su primer fin de semana y, en total a nivel mundial, acumuló casi mil 670 millones de dólares.
Curiosamente, Elio consiguió buenas calificaciones en sitios especializados, como Rotten Tomatoes, donde alcanzó 85 por ciento; mientras que, en CinemaScore, tiene una nota positiva “A”. A pesar de ello, Elio —la historia de un niño abducido por extraterrestres y convertido en embajador terrestre— no logró conectar con el público y eso afecta contundentemente en su recaudación.
Esta nueva película animada de Pixar se lanzó justo una semana después de uno de los estrenos más esperados de DreamWorks, nos referimos a la adaptación live action de Cómo entrenar a tu dragón. Así como también con otras producciones atractivas como Lilo y Stitch. La primera ya suma casi 360 mdd a nivel mundial, en tanto que la segunda ya está a poco de superar la barrera de los mil mdd.
Otro de los factores que pudo jugar en contra de Elio, es el marketing confuso. La película tuvo una campaña publicitaria muy discreta, por lo que quedó opacada por otras producciones de renombre, como las antes mencionadas. Así como también su pase a plataformas digitales, en este caso Disney Plus, también podría frenar su avance en la taquilla. Esto debido a que las personas, tras la pandemia y estrenos directos en streaming de películas como Luca y Soul, harían que las personas opten por consumir sus películas en casa, mermando su impacto en salas de cine.
Desde Coco (2017), el Pixar ha vuelto a acertar en crear una nueva franquía (o secuela) exitosa. Onward (2020), Lightyear (2022) y Elemental (2023) tuvieron resultados dispares, aunque esta última se recuperó hasta 496 millones globales gracias a la publicidad de boca en boca. El reto para alcanzar la rentabilidad por parte de Elio es bastante grande, más aun considerando que las primeras semanas son clave para generar el mayor monto de ingresos en la taquilla.
Ahora bien, Pixar gasta más que sus rivales: Elio costó 150 millones, frente a los 80 millones de The Wild Robot (DreamWorks) o a los 72 millones de Migration (Illumination). Su modelo de producción —centralizado en EE. UU. y con equipos internos— garantiza calidad; pero eleva costos.
Mientras promociona Hoppers (2026) —un proyecto original sobre una joven y un castor sintético—, Pixar apuesta a Toy Story 5 (junio 2026) como salvavidas comercial. No obstante, la pregunta persiste: ¿Puede el estudio equilibrar originalidad y rentabilidad en una era dominada por franquicias?
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En definitiva, Elio no es sólo un fracaso taquillero; es un síntoma de una crisis más profunda. Pixar, otrora sinónimo de innovación, ahora lucha por reconquistar a un público que prefiere lo familiar sobre lo nuevo. Su próxima jugada definirá si sigue siendo un faro creativo o se convierte en otra fábrica de secuelas.